28 de agosto de 2010

Encuentro de Mujeres y Pueblos de las Américas contra la Militarización

Prensa De Frente desde Colombia - Con una inédita jornada de denuncia frente a la base militar de Palanquero, en la región colombiana de Puerto Salgar, Cundinamarca, concluyó el Encuentro de Mujeres y Pueblos de las Américas contra la Militarización.
La actividad, convocada por el Movimiento de Mujeres por la Paz -conformada por 40 organizaciones sociales urbanas, rurales, indígenas y afro de este país-, la Marcha Mundial de las Mujeres, organizaciones de la Vía Campesina y la Convergencia de los Movimientos y Pueblos de las Américas, entre otras; reunió durante la semana del 16 al 23 de agosto a más de 6000 mujeres y hombres de distintas regiones de Colombia, y a doscientas delegadas de organizaciones sociales, de género y derechos humanos de 18 países de América y Europa.

La iniciativa tuvo como objetivo principal realizar una declaración internacional sobre las consecuencias del terrorismo de Estado promovido por el ex presidente Álvaro Uribe, en el marco de su Política de Seguridad Democrática (PSD), que continúa vigente en la actual presidencia de Juan Manuel Santos. El Encuentro denunció la complicidad de las autoridades colombianas con los planes imperialistas que tiene Estados Unidos para todo el continente, puesto de manifiesto en el "Acuerdo de Defensa y Seguridad" que firmaron en 2009 ambos gobiernos -sin pasar por el Congreso colombiano- para el uso de siete bases militares colombianas y la protección con inmunidad diplomática al personal norteamericano.

El Encuentro denunció la complicidad de las autoridades colombianas con los planes imperialistas que tiene Estados Unidos para todo el continente, puesto de manifiesto en el "Acuerdo de Defensa y Seguridad" que firmaron en 2009 ambos gobiernos -sin pasar por el Congreso colombiano- para el uso de siete bases militares colombianas y la protección con inmunidad diplomática al personal norteamericano.
Según las organizaciones, la puesta en marcha de este acuerdo significaría cerca de 800 militares y 600 civiles trabajando en compañías contratistas, que pueden permanecer hasta 90 días en el país sin responder a las leyes colombianas, ni a las internacionales. La justificación del convenio para la instalación de las bases se centra en el combate a la guerrilla, caballito de batalla de Uribe y de Santos, quien contradictoriamente declaró al asumir que a través de la Seguridad Democrática se logró la pacificación del país.
En el marco de los debates del Encuentro, la Coordinadora Nacional Agraria (CNA), una de las organizaciones convocantes, denunció que “la llamada PSD significó la militarización del país, a través del control de los territorios por parte del Ejército, los paramilitares y las bandas criminales narcotraficantes avaladas por el Estado. El objetivo principal sigue siendo la masacre y el desplazamiento forzado de la población para que las empresas multinacionales dispongan del territorio y los bienes naturales”. Esta política, según cifras oficiales, produjo en los últimos 12 años, un índice de pobreza del 46%, 5 millones de personas desplazadas de sus territorios, miles de civiles asesinados/as, desaparecidos/as y la criminalización de la población pobre, con especial énfasis en los/as integrantes de organizaciones sociales, sindicales, indígenas y afrocolombianas.
La Marcha Mundial de las Mujeres, señaló que esta actividad busca visibilizar especialmente, que “la militarización que vive Colombia, así como Haití y Honduras, se traduce en una situación de violencia extrema hacia las mujeres, manifestada en confinamientos, violaciones, embarazos forzados, feminicidios. Según esta organización plurinacional, la impunidad del gobierno y las fuerzas paramilitares, exacerba la violencia sexista y los valores del patriarcado, colocando a los cuerpos de las mujeres como territorios del terror de la guerra".
El Encuentro se desarrolló en distintas etapas y regiones. Durante los primeros días, las delegaciones internacionales recorrieron zonas de conflicto armado y presencia paramilitar, con el objetivo de visibilizar la situación de militarización que sufre el pueblo de este país y fundamentalmente las múltiples violencias que significa la guerra hacia las mujeres pobres. Estas acciones humanitarias transcurrieron por las regiones de Pasto, Samaniego, Florida, Buenaventura, Ciudad Bolivar, Sumapaz, Cauca, Arauca, Sur de Bolívar, Barrancabermeja, Antioquia, Magdalena medio y Arauca. Las visitantes conversaron con integrantes de organizaciones campesinas, indígenas, afrocolombianas, sindicales y de mujeres; autoridades locales, y otras instituciones locales, con el propósito de generar informes probatorios de los asesinatos, desapariciones, violaciones, perpetradas por el Ejército colombiano, las fuerzas paramilitares, bandas narcotraficantes y demás actores armados; como así también, del saqueo de recursos naturales y los daños al hábitat producto de la presencia de empresas multinacionales.
Durante los días 20 y 21, el Encuentro se trasladó a la ciudad de Barrancabermeja, donde se sintetizaron los informes de las diferentes acciones humanitarias y se compartieron testimonios de organizaciones campesinas como el Coordinador Nacional Agrario (CNA), la Organización Femenina Popular (OFP), la Coordinadora de Regional Indígena de Colombia (CRIC), la Unión Sindical Obrera (USO), quienes denunciaron la situación de criminalización permanente que sufren, y la creciente cantidad de militantes asesinados/as, desaparecidos/as y torturados/as. Además se presentaron ponencias internacionales: la Marcha Mundial de las Mujeres, el Movimiento Sin Tierra de Brasil, la Coalición no a las Bases de Ecuador, Feministas en Resistencia de Honduras, organizaciones sociales de Haití, entre otras.
De la misma forma, la senadora nacional Piedad Córdoba Ruiz se hizo presente en el Encuentro para denunciar al flamante gobierno de Juan Manuel Santos como profundización de las políticas militaristas pro norteamericanas de su predecesor Álvaro Uribe. Además planteó que “este encuentro es resultado de la lucha de las mujeres. Sigamos luchando por un país sin ejecuciones extrajudiciales, sin violaciones, sin presas políticas, donde podamos decir sin miedos que militamos en la izquierda”.
El 23 de agosto se dio a conocer el documento final del Encuentro, en esta declaración se apuntó a visibilizar la verdadera situación de Colombia con el objetivo de romper el monopolio de los medios del poder, que inventan una situación de posconflicto y pacificación. Al mismo tiempo, el documento precisó líneas de acción para enfrentar los embates norteamericanos destinados a la instalación de bases militares en zonas estratégicas de América Latina y el Caribe, y un calendario con actividades paralelas en los distintos países participantes.
Al mediodía, alrededor de 3000 personas, en su gran mayoría mujeres, se trasladaron en caravana de colectivos hacia la plaza ubicada frente a la Base Militar de Palanquero, en Puerto Salgar, donde se realizó un acto político cultural multitudinario. Frente a la guardia militar permanente desde la vereda de enfrente, hasta las 10 de la noche se sucedieron distintas intervenciones políticas y manifestaciones artísticas como obras teatrales, grupos de música y danza. Gritos y arengas surgieron incansablemente desde distintas zonas de la plaza: “¡Ni un hombre, ni una mujer, ni un peso para la guerra!”, “por nuestros muertos, ni un minuto de silencio, miles de años de resistencia”, “¡mi cuerpo es mi casa, mi casa es mi territorio, no entrego las llaves!”. En una muestra de la lucha que crece y se articula, aún a pesar de la militarización, del imperialismo y del patriarcado, las mujeres y los pueblos dejaron claro que para quienes se organizan “resistir no es aguantar”. http://www.prensadefrente.org/pdfb2/index.php/a/2010/08/25/p5879

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores