28 de febrero de 2018
"Esta causa ha dejado expuesto un
mecanismo perverso con empresas que reclutan trabajadores realizando trata de
personas (muchos son jóvenes de pueblos originarios, trasladados ilegalmente,
que explotan y reprimen ante el mínimo reclamo, como en los tiempos de la
colonia), con una justicia cómplice, secretarías de trabajo cómplices, fuerzas
de seguridad responsables materialmente de este asesinato, el narcotráfico que
está detrás y un Estado que a las claras, por acción y por omisión, es parte de
este entramado mafioso, de esta ’asociación ilícita’, como manifestó la querella. El Caso
Solano es una mega-causa y el desarrollo de este juicio será histórico para la
provincia y para el país.".
Por Jessica Visotsky y
Eugenia De Rossi, para ANRed.
Desapariciones, muerte, explotación, trata de
personas y narcotráfico en Rio Negro
“Algo huele a podrido”: Lo que quedó expuesto
en el juicio
"Algo huele a podrido en Dinamarca",
expresa el centinela Marcelo en Hamlet, la obra de William Shakespeare, como un
preludio de lo que va a dejarse ver, de la cortina que va a correrse. Desde
entonces es una expresión que asevera la existencia de hechos ocultos
censurables por el poder.
Esto es lo que se percibe cuando se escucha acerca del
Caso Solano y que quedó de manifiesto en la lectura completa del pedido de
elevación a juicio de los abogados querellantes Sergio Heredia y Leandro
Aparicio, con todas las causas conexas, la lista de pedido de detenciones, las
empresas, jueces, fiscales y policías involucrados. Queda claro que algo está
oliendo muy mal en Río Negro y que poco a poco está saliendo a la superficie.
“Hasta que no haya una verdadera revolución y el
capitalismo sea enterrado como el infierno en la tierra, no podremos gozar de
la gigantesca aventura humana de ser realmente dueños de los derechos humanos”,
nos decía Vicente Zito Lema hace casi tres años, cuando quedaban en libertad
los siete policías que hoy están siendo juzgados por la desaparición de Daniel
Solano.
Esta causa ha dejado expuesto un mecanismo perverso con
empresas que reclutan trabajadores realizando trata de personas (muchos son
jóvenes de pueblos originarios, trasladados ilegalmente, que explotan y
reprimen ante el mínimo reclamo, como en los tiempos de la colonia), con una
justicia cómplice, secretarías de trabajo cómplices, fuerzas de seguridad
responsables materialmente de este asesinato, el narcotráfico que está detrás y
un Estado que a las claras, por acción y por omisión, es parte de este entramado
mafioso, de esta ’asociación ilícita’, como manifestó la querella.
No es casual que los abogados de los policías acusados
pretendieran impedir que se lea esta elevación a juicio durante la primera
semana en que tuvieron lugar dos audiencias públicas en la Ciudad Judicial de
General Roca.
Dos puntos de vista. Dos miradas
La elevación realizada en 2015 por el fiscal Bodratto está
basada en los testimonios de testigos, propuestos por la querella en su
totalidad, que manifiestan tanto la
presencia de Daniel en el boliche “Macuba”, su señalamiento y la presencia de
los siete policías en el lugar; cómo lo sacan, cómo lo llevan a la isla y el
rastrillaje realizado por los mismos obreros compañeros de Daniel (quienes encuentran su billetera, que
está desaparecida también hasta el día de hoy). Según dichos de esta misma
elevación, se trata del caso más importante de la provincia de Río Negro en
estos últimos 35 años.
La elevación de la querella va más allá de este hecho: lo
contextualiza, se pregunta los por qué y en sus 400 fojas da respuestas y
solicita más imputaciones y más detenciones. Esta elevación denuncia el proceso
de reclutamiento de jóvenes en las comunidades, el traslado ilegal y la
estafa millonaria a la que
Daniel y sus compañeros se veían sometidos, realizada por la tercerizada Agrocosecha,
cuyos dueños Adrián Lapenta, Gustavo
Lapenta y Pablo Mercado son
responsables y en quienes también recae el pedido de imputación y detención.
Son 27 los pedidos de detenciones que se hicieron en 2015
y se reiteraron ahora en la instancia oral, involucrando a responsables
ideológicos por desviar la investigación, encubrir y ser parte de una
asociación ilícita que posibilitó la trata de personas, el narcotráfico, los
asesinatos y las desapariciones de trabajadores. El
Caso Solano es una mega-causa y el desarrollo de este juicio será históricopara
la provincia y para el país.
Sobre el Jagüel
Fueron casi 30 días de trabajo contínuo, sin un solo día
de descanso, donde se desarrolló un operativo para explorar un pozo de 80 metros de profundidad
en el que testigos de identidad reservada señalaron que fue arrojado el cuerpo
de Daniel Solano. Se ha podido probar la adulteración del jagüel y se sabe que
hay depósitos muy profundos de restos de basura que no pudieron ser extraídos.
Las exploraciones de pozos donde se han realizado
excavaciones y hallazgos en relación a delitos de lesa humanidad han llevado
años; basta citar a modo de referencia la causa de Pozo de Vargas en Tucumán,
en la que se trabajó desde 2004 con interrupciones hasta 2010 y donde el GIAAT
(Grupo Interdisciplinario del Arqueología y Antropología de Tucumán) y otros
peritos concretaron 10 extracciones con restos óseos humanos y material
asociado. La causa
Arsenales, también en Tucumán, se desarrolló desde 2005 hasta
2011 inclusive. Son trabajos de enorme complejidad y que requieren de
coordinaciones y articulaciones de varias partes.
La intransigencia a realizar esta medida de
exploración por parte de la justicia rionegrina, estos 3 años que tardaron en
permitir acceder al jagüel, provocó
que vecinos y organizaciones acompañanen de cerca este proceso,
asistiendo al jagüel en las extensas y calurosas jornadas de enero y febrero y
también vía redes sociales, siguiendo día a día la información de cómo
se avanzaba en el operativo: somos muchos los que hace seis años nos
preguntamos DONDE ESTÁ DANIEL SOLANO?. El proceso va a continuar en unas
semanas y se va a terminar de vaciar el jagüel porque la medida ya está
iniciada.
Cuando la búsqueda de un ser humano hace
estallar la realidad en mil pedazos
La búsqueda de un desaparecido estalla la realidad; se
trata, ni más ni menos, de la idea de Dignidad Humana, tan cara a la tradición
de los derechos humanos, pero también tan vapuleada, tan referida, tan
hipócrita y oportunistamente citada, pero tan nodal en este caso, en estas
denuncias y en lo que moviliza a quienes siguen esta causa.
Cuando esa búsqueda estalla a la realidad en mil pedazos
hace visibles otros valores, otros principios y genera otras relaciones
humanas: hace nacer esa otra sociedad con la que soñamos, hace encontrarnos,
solidarizarnos y hacernos fuertes en condiciones de tremenda desigualdad.
Porque es David contra Goliat, literalmente hablando. Por un lado el poder
económico, político, el aparato del estado, el dinero, los recursos y del otro
estamos nosotros y nuestros valores, heredados de nuestros padres y madres y
con los que formamos a nuestros hijos e hijas. Es
la escena que se presentó en el juicio: de un lado los siete policías, sus seis
abogados, Agrocosecha y la multinacional Exprofrut; del otro Gualberto
Solano con sus abogados Leandro Aparicio y Sergio Heredia a la distancia,
buscando los testigos que vendrán a declarar (y denunciando en medios una represión que había sucedido días atrás
en las mismas gamelas de Expofrut donde trabajaba Daniel), junto a una iglesia
comprometida con el pueblo, en la persona del Padre Cristian Bonin y
familiares, vecinos y compañerxs que siguen, tras seis años,
ininterrumpidamente, buscando a Daniel.
Cuando todo eso sucede sentimos (pensamos) que nada es en
vano; que ’más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas’ por donde
pasaremos los hombres y mujeres, libres.
Fuente:
http://www.anred.org/spip.php?article16107
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