Cuatro
miradas
1 de marzo de 2018
Una crónica coral de la
audiencia de extradición del lonko Facundo Jones
Huala, ayer en Bariloche . Desde adentro y desde afuera. Cobertura
colaborativa de Al Margen, FM Alas, Colectiva Fotografía a Pedal y Cítrica. Por Revista Cítrica/Foto: Viojf
Hoy, fue su primera vez.
Esposado y con un casco en la cabeza.
El Estado argentino nunca extraditó a un líder indígena
por cuestiones políticas.
Hoy, quedó a un paso de esa primera vez.
El juez Gustavo Villanueva
está acostumbrado a fallar en contra del pueblo mapuche.
Hoy, no lo hizo.
Se tomará unos días más: el lunes lo hará público.
* * * * * * * *
La previa de la extensa, agotadora e histórica audiencia
en el gimnasio municipal Nº 3 de Bariloche ya
anunciaba lo que vendría: un aparato judicial que ni siquiera se esfuerza en
maquillar su impunidad.
Sobre el parqué donde generalmente jóvenes juegan básquet
y fútbol, y también en las tribunas, entran muchas personas. Dicen que 1500.
Pero el juez decidió que sólo ingresaran 23 familiares y conocidos de Facundo Jones Huala.
Y sólo 7 periodistas.
Ante eso, la presión gremial y mediática generó un pequeño
triunfo: terminaron ingresando todos aquellos medios que
se acreditaron. Eso sí, las y los comunicadores, familiares y organismos
también tuvieron una experiencia inédita e insólita: llegaron al gimnasio en colectivos de la Policía de Seguridad
Aeroportuaria (PSA), y luego de ser escaneados por efectivos y
un aparato, dos veces.
El número de personas allegadas a Facundo que pudieron presenciar la audiencia
no se extendió. Fueron sólo 23. Y allí también hubo igualdad de condiciones: en
las casi diez horas de audiencia nadie pudo comer nada. Tampoco salir a comprar algo. Si
alguien salía, no volvía a entrar.
El predio parecía una expo de represión. Además del helicóptero (pintaron una
hache de cal en la mitad de una cancha de once), decenas de móviles de todo
tipo y diferentes fuerzas: policía provincial y Federal, Gendarmería y PSA.
Un operativo gigante que costó mucha plata. Tanta, que
apenas les quedó para un bidón de agua tibia.
Sí, las abuelas mapuche y otras mujeres, como Norita
Cortiñas por ejemplo, tuvieron que bancarse diez horas en un caluroso gimnasio
sin siquiera un vaso de agua fría. Ahí también hubo igualdad. Sed y hambre para
todo el mundo.
Menos para ellos, el juez, el secretario y el fiscal, que
en los cuartos intermedios sí gozaban de refrigerios.
"Nos han impuesto una sociedad ajena con
sus normas y leyes, y lo siguen haciendo sin posibilidad de un diálogo que
permita nuestro reconocimiento como pueblo preexistente"
Nobleza obliga: un policía asistió a una señora que le
subió la presión, y hasta le fueron a conseguir una medicina que tenía que
tomar.
Pero hasta ahí llegó su bondad. Después, fue otro capítulo
más de eso que sigue recrudeciéndose día a día desde el Estado: discriminación
y barbarie hacia el pueblo mapuche.
La audiencia
La audiencia comienza. Se reparten a las partes los
expedientes sobre los cuales se trabajará en la jornada. El secretario del juez Villanueva da
lectura a los cargos que motivan el pedido de extradición por parte del
estado chileno. Es por un incendio a una vivienda, en 2013 en Chile, más una
acusación por portación de armas caseras y también por el paso transfronterizo de
manera ilegal.
Tras un cuarto intermedio, Villanueva niega el pedido de
la defensa y da lugar al alegato de Facundo Jones
Huala. El lonko pide permiso para levantarse y realizar
una pequeña ceremonia en la que saluda a las fuerzas más importantes allí
presentes. En mapuzungun les dedica unas palabras a Santiago Maldonado y Rafael
Nahuel, explica la necesidad de haber realizado una
presentación en su idioma porque pese a que este Estado intenta invisibilizar
distintas luchas que aquí se suceden, este territorio sigue siendo el de
Inacayal y tantos otros.
"Aquí no hay terroristas, hay un pueblo
harto que se defiende con lo que tiene a mano, como ese supuesto arsenal de
serruchos, martillos y palas que encontraron en los allanamientos."
Apelando a la importancia de la historia que acarrea el
permanente hostigamiento a las comunidades mapuche, Jones Huala decidió
pedagogizar para los allí presentes, parte de esa historia. “Después
de la campaña del desierto nos vimos desperdigados por todos lados. Nuestras
autoridades ancestrales fueron eliminadas, y es por eso que muchas veces
debimos ir del otro lado de la cordillera (Chile) para buscar la palabra y
lawen (medicina mapuche) de nuestros machis. Sin embargo esto está cambiando. Y
eso asusta a algunos sectores”.
En su argumento, Jones Huala propuso una
problematización de la idea de política. “La política es cómo se
entiende el tratamiento de conflictos en cada cultura. Y
a nosotros como pueblo nos han impuesto una sociedad ajena con sus normas y
leyes, y lo siguen haciendo sin la posibilidad de un diálogo que permita
nuestro reconocimiento como pueblo preexistente”. En esta misma
clave realizó un recuento de la historia de los jóvenes mapuche en las ciudades
de la Patagonia, donde suelen vivir una permanente estigmatización. “Los policías y los chorros son mapuches en este lugar porque la clase
obrera suele ser mapuche. No se nos reconoce. Para la justicia somos mano de
obra, pero cuando respondemos somos delincuentes". Remarcando la intención por parte de
la fiscalía de convertir esta audiencia en algo apolítico. "Si esto no es un juicio político me pregunto por qué se prohibió
el ingreso a los medios . Nos tienen miedo porque sabemos”. En ese saber Jones Huala hacía
referencia a la construcción del ser mapuche y “las obligaciones que tenemos de
defender la tierra, mantener la armonía en nuestro entorno”.
"Estamos ante un juicio político porque,
primero, ya se ha resuelto esta cuestión en un juicio anterior, y no hay
ninguna razón para seguir un proceso; y menos con la privación de la
libertad."
El lonko se refirió a la falta de políticas por
parte de ambos gobiernos como una de las causas principales para criminalizar
todo tipo de protesta. “Aquí no hay terroristas, hay un pueblo harto que
se defiende con lo que tiene a mano como ese supuesto arsenal de serruchos,
martillos y palas que encontraron en los allanamientos. Somos gente que
trabaja. Esos mismos arsenales son los que construyeron este gimnasio”. Llegando al final de su alegato, Facundo manifestó su convicción de
seguir incentivan do a
sus hermanos a “sentirse
orgullosamente mapuches y a no tener miedo de los opresores porque son humanos.
Tienen dos patas, dos brazos y ojos. De hecho si se fijan bien se supone que
tienen corazón. A nosotros nos diferencia nuestra dignidad, nuestra voluntad
nos la dejaron nuestros antiguos”.
Cuatro cuartos
Primer cuarto intermedio. En los primeros 40 minutos de audiencia se leyeron los
oficios librados por Chile. Finalizados los mismos, la defensa presentó una
nueva evidencia: el “Informe RAM” elaborado por el gobierno argentino. Se
intentará en todo el juicio demostrar que todo es un montaje para criminalizar
al lonko. La Fiscalía desestima la prueba, puesto que no está en juicio la
intención del gobierno de la Argentina, sino las acciones de Jones Huala según
la justicia chilena.
Segundo cuarto intermedio. Se renovó el aire, todxs han quedado calladxs. Facundo no acaba de dar un alegato, habló
desde su interior. Sin guía ni libreto, expuso y expresó con sentimiento, punto por punto
desnudando la farsa y cada mentira que inventa el poder político en contra de
su pueblo.
"Están buscando cosas que no encuentran.
El alegato de Facundo es
escuela de sensatez, hay que difundirlo. No es un terrorista y no pueden
inventar cosas que no hizo."
Tercer cuarto intermedio. Extensa alocución
del fiscal Jorge Alberto Bagur Creta, quien regresó de su jubilación sólo para
este caso. Fue hábil en su discurso.
Durante más de una hora presentó múltiples argumentos, con mucho peso y
jurisprudencia de respaldo. Sostiene declarar improcedente para la extradición
los puntos en que se acusa a Facundo de
“tenencia de municiones” y de “ingresar al país clandestinamente”. Por el
contrario, solicita declarar procedente en el caso de “incendio de vivienda” y
“tenencia de arma casera”. Aquí el fiscal, íntimo de Guido Otranto,
cambia hábilmente la acusación por “tenencia de arma de guerra” en caso de que
se juzgue al lonko en la Argentina. Para estos casos, las penas llegan hasta 10
años.
Cuarto intermedio. La jornada está llegando a su fin. El
cansancio se hace notar. Nada
agota más que un debate intenso en el que las partes saben que no llegarán a un
consenso. El diálogo y la reflexión, con argumentos y ejemplos, proviene de una
sola parte: de quienes hablan desde la tierra. La
fiscalía quiere que este juicio sea solo “un proceso de extradición”, que Facundo sea enviado a Chile y se olvide, como se pierde un papel sin
importancia en la burocracia estatal. La defensa lo dice bien claro. Hay una persecución
política enmascarada en una compleja red de argumentos, de mamarrachos jurídicos, de jugadas mediáticas, propios de un
gobierno que quiere dar una “disputa por carriles no institucionales”.
El acampe
Amaneció temprano el acampe. A las cinco y media
realizaron la rogativa, una ofrenda a la pacha para que les de fuerza. De a
poco se iba sumando gente a las rondas de mate y presentaciones. Soraya Maicoño
y Matías Santana deambulaban de un lado a otro respondiendo a las entrevistas,
personales, telefónicas, atendiendo con mucha paciencia a los distintos medios que estaban en el lugar o se
comunicaban telefónicamente. Se había dispuesto desde la noche anterior una
radio abierta desde donde se transmitió el juicio y desde donde se convocó
reiteradas veces a juntarnos para armar un purrum, una ronda que, acompañada
por el sonido del cultrum y el ñorquín, reúne gritos de fuerza y resistencia.
A las 8.40 vimos llegar el helicóptero que trasladaba al
lonko, y 10:20 comienza a sonar por los parlantes la transmisión del inicio del
juicio.
Durante la jornada de 10 horas se juntaron alrededor de
200 personas. Ocupaban las inmediaciones del gimnasio. Eran vecinos de
localidades cercanas, integrantes de comunidades mapuche y distintos organismos
y agrupaciones políticas y sociales. APDH, La Multisectorial de Bariloche ,
el PO, el PTS, JP, Movimiento Evita, Frente de Izquierda, el Movimiento Luciano Arruga, La Poderosa, Pañuelos en
rebeldía, entre tantos otros, estuvieron allí.
Una de las presencias más importantes para la gente de la
lof fue la de la familia de
Rafael Nahuel, que llegó bien temprano y se quedó todo el día. “Vinimos a
acompañar a la familia del lonko”, dijeron.
También llegó hasta el acampe Fernando
Kosovsky, abogado del AADI, quien se acercó como miembro de la
asociación. “Vine para ver que el juicio se desarrolle con normalidad, que se
aplique el derecho indígena en la decisión, que se respeten las garantías del
imputado”. Al mismo tiempo recalcó que "estamos
ante un juicio político porque, primero, ya se ha resuelto esta cuestión en un
juicio anterior, y no hay ninguna razón valedera para seguir un proceso, y
menos con la privación de la libertad, y mucho menos con la movilización de
recursos de cientos de gendarmes que hay sitiado un sector de la ciudad de Bariloche ,
con una demostración de fuerza que claramente hostiliza al pueblo mapuche y
genera un enemigo que no existe. Inventan un enemigo
interno. Tratan de tapar una crisis económica evidente y violaciones a los
derechos humanos en los diferentes rubros: desinversión en materia educativa y
tecnología, desinversión en materia social y bueno. El motivo de mi presencia,
fundamentalmente, es también verificar para informar a organismos
internacionales de los cuales soy informante directo, planteando la situación
que se está dando en la Argentina: violación
a los derechos de participación en las consultas de las comunidades indígenas,
en particular en los casos donde hay empresas o particulares que quieren hacer
aprovechamientos extractivos de un recurso o disponer de sus territorios para sus proyectos.
Entonces, con todo este cúmulo de situaciones, el Estado argentino y los
estados provinciales generan protestas y las protestas son reprimidas y se
eligen chivos expiatorios, en este caso Facundo Jones Huala. La
violencia claramente viene del Estado”.
Al mediodía, la comunidad del acampe convidó a los
presentes un guiso popular, mientras escuchaban atentos el alegato del lonko
que fue aplaudido y reforzado por el marichiweu ("un grito de resistencia,
que da fuerzas") de sus compañeros, que desde afuera acompañaban. A las
19:30 terminó el juicio y salieron del predio los periodistas y familiares que
habían estado casi 10 horas adentro. Ahí se produjo un encuentro muy emotivo en
el que se intercambiaron informaciones y visiones de lo ocurrido dentro y
fuera.
Norita Cortiñas, una
de las que estuvo dentro del gimnasio, concluyó: “No encontraron lo peor que querían. Tuvieron que aguantar su
discurso, tan sensato, tan inteligente. Están buscando cosas que no encuentran
y no pudieron inventar. El alegato de Facundo es escuela. Escuela de sensatez así que yo creo que hay que
difundirlo. No es un terrorista y no pueden inventar cosas que no hizo. No
están solos. Estamos muy atentos de lo que pasa. El pueblo ya está en
resistencia. Tenemos que seguir trabajando y andando todos juntos el camino. No
queda nada oculto, todo lo que pasa se va sabiendo”.
Por su parte, Isabel, la mamá de Facundo ,
reconoció que, pese a todo, salió contenta del gimnasio. “Facundo está fuerte con toda la lucha que le toca como lonko, pero disconforme
con esta injusticia, persecución política y terrorismo de Estado. El fiscal habló mucho y no dijo nada.
Yo estuve en los dos juicios, en los de la Machi Millaray y los demás lamien, él no dijo nada
sobre eso, así que estoy muy disconforme con el fiscal. Con el juez no sé.
Nosotros estamos orgullosos del lonko que tenemos, yo orgullosa del hijo que
tengo y nada, a esperar al lunes”. El lunes, finalmente, se definiría este
largo e ilegal proceso contra, una vez más, el pueblo mapuche.
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article16114
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