“Si se destruye otro 5% de la Amazonia, se producirá un proceso de
sabanización irreversible” – Leonardo Melgarejo
9
septiembre, 2019
¿Lo que pasa en la Amazonía le pasa “al Brasil”? ¿Quién encendió los
fuegos que amenazan transformarnos en desierto? ¿Qué narrativas los
alimentaron?
¿Cuáles nos empujan a la lucha por apagarlos? ¿Qué sostiene la
indiferencia de millones y el cinismo de las falsas opciones? ¿Cómo es
un mundo sin el Amazonas? ¿Qué queda de nosotros sin ella?
Decíamos que el fuego en la Amazonía es el espejo donde la humanidad
observa atónita el horror en que se ha convertido.
Desandar este camino no es fácil, pero habemos millones en todo el mundo
andando la noche para encontrar el día. A la desesperación de los
pueblos originarios que lloran la destrucción de la floresta de la que
son parte, y que también nos desespera, sumamos preguntas y la voluntad
de unir un camino con otro para que todo sea distinto. La luz del fuego
amazónico también alumbra, y en estos caminos descubrimos la necesidad
imperiosa de lograr una mirada regional sobre los desafíos que
enfrentamos los pueblos de NuestrAmérica saqueada. Por eso también nos
vamos encontrando con quienes andan otras tierras y hablan lo mismo
aunque suenen distinto: en portuñol conversamos con Leonardo
Melgarejo de Brasil, y nos entendimos bárbaro.
Huerquen: Leonardo ¿Cómo te gustaría presentarte? ¿A qué te dedicas y de
qué espacios participas?
Soy Leonardo
Melgarejo, ingeniero agrónomo, MSc en Economía Rural y
Dr en Ingeniería de Producción. Soy miembro fundador del Movimiento de
Ciencia Ciudadana y UCCSNAL(Unión
de Científicos Comprometidos con la Sociedad y la Naturaleza de América
Latina), colaborador de la Campaña
Permanente contra los Agrotóxicos y por la Vida.
Actualmente, vicepresidente regional del sur de la Asociación
Brasileña de Agroecología y
Coordinador Adjunto del Foro
Gaúcho para Combatir los Plaguicidas. Fuí representante
del Ministerio de Desarrollo Agrario (extinguido después del golpe de
2016) en la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBIO) durante 6
años.
Hqn: ¿Qué pasó y qué está pasando ahora en la Amazonía?
LM: Las
tasas de deforestación y quema han crecido de manera alarmante. Esto es
en respuesta a señales
del gobierno federal; por ejemplo, consideren las
siguientes medidas del presidente Bolsonaro: Intenta extinguir el
Ministerio de Medio Ambiente (MMA), explorar minerales en tierras
indígenas y pasar la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) al Ministerio
de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA). Transfiere el
Servicio Forestal Brasileño del MMA al MAPA. Recorta el 50% del
presupuesto de PREVFOGO; no tiene en cuenta las alertas del sistema de
vigilancia que informan dónde están los fuegos y recorta 187 millones de
reales del MMA. Reduce en un 34% las evaluaciones ambientales.
Junto a esto Bolsonaro ha declarado cosas como “Dejemos
que los empresarios trabajen“, “el
Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales (IBAMA) es
una industria de multas“, “La
protección ambiental estorba“, “cada
reserva indígena tiene riquezas debajo de ella. Tenemos que terminar con
esto”; “Solo hay un
pueblo brasileño, ni una pulgada más para los indígenas”; “El
discurso ambiental es una forma de introducir el comunismo”
o “el calentamiento global es una
invención marxista”.
La deforestación en junio de 2019 creció un 88% en comparación con junio
de 2018; y en julio de 2019, la deforestación creció 278% en comparación
con julio de 2018.
Alemania y Noruega suspendieron las contribuciones al Fondo del Amazonas
(3,4 mil millones de reales) y Bolsonaro declaró que “Brasil
no necesita este dinero“, “Brasil
tiene mucho qué enseñar al mundo sobre el tema ambiental“, y
que sería mejor que “Francia
ayude a reforestar Alemania”.
La Policía Federal informó que los ganaderos estaban programando para el
10 de agosto el “Día
del Fuego”, pero el gobierno no tomó medidas, y
ocurrió la catástrofe que conocemos y preocupa al mundo, con humo
cubriendo el cielo hasta el sur de América Latina.
Se trata de un
verdadero ecocidio, que tendrá un impacto en el futuro
de Brasil, con perjuicios reales para el planeta.
Hqn : ¿Por qué la Amazonía es tan importante para todos, dentro y fuera
del Brasil?
LM: Por
muchas razones. Las riquezas biológicas que existen allí son todavía
desconocidas y pueden traer respuestas para los grandes dramas de la
salud humana y del medio ambiente. Las bondades de esos bosques exceden
lo que sucede en el territorio donde se encuentran. Los estudios
realizados por Carlos
Nobre delInstituto
de Investigación Espacial muestran que el bosque exuda
sustancias que actúan como aglutinantes de moléculas de vapor
resultantes de la evaporación del agua del mar, causando lluvia. Este
proceso de agrutinamiento es tan fabuloso que las nubes producidas por
el bosque corren hacia al sur, irrigando esa zona verde que se extiende
desde el centro-oeste de Brasil, al sur de América. Observando el mapa
del planeta puede verse que esa área verde es única, porque en esa
latitud están los grandes desiertos de Atacama, el Namibia y Australia.
Llegamos a la conclusión de que los llamados “ríos
aéreos“, producidos por Amazonia evitan
que la zona fértil más productiva en América Latina se convierta en un
desierto. Por lo tanto, es de sumo interés de
argentinos, uruguayos, paraguayos, e incluso de las transnacionales, que
se termine la devastación de la Amazonia. Esto significa que todos deben
unirse en defensa de la selva, de los pueblos indígenas, del bioma
amazónico, para controlar los impulsos ecocidas de este gobierno.
Se estima que si
se destruye otro 5% de la Amazonía, de desencadenará un proceso
irreversible de “sabanización” en
el territorio con el cese de ese increíble bombeo de agua hacia el sur.
Así que si el resto del mundo está preocupado por los incendios, por el calentamiento global, para nosotros en América Latina el drama incluye los desastres relacionados con el hambre, la sed, y crisis económicas sin precedentes y sin posibilidad de retorno.
Hqn: ¿Podrías desarrollar con más precisión la relación entre el fuego
en el Amazonas y la expansión de la frontera extractiva?
LM: Existe
una relación directa entre el avance del agronegocio extractiva, en sus
diversas dimensiones, y los incendios. En un primer momento esto implica
la retirada de los pueblos y las personas que viven allí. Los registros
de homicidios siguen la línea de la deforestación, que comienza con la
extracción irregular de los bosques nobles, como los cedros, ipês y
mognosm, sigue con la tala del monte restante, y luego la quema. Algunos
se benefician de las ventas de carbón, pero en la mayoría de los casos
el objetivo es “limpiar” rápidamente el área para la implantación de
zonas de pastoreo.
Se estima que alrededor del 70% de las áreas deforestadas están ocupadas por granjas ganaderas. La quema no solo elimina el bosque, también destruye la fauna responsable de su propagación y también destruye el banco de semillas residuales del suelo, impidiendo la regeneración de los bosques originales. Después de la cría de ganado, los espacios pasan a ser codiciados por productores de soja y eucalipto, que utilizan grandes volúmenes de agrotóxicos, contaminando el suelo y las aguas. Cuando se agotan los suelos, se abre el tiempo para la exploración del subsuelo, el período de avance de las compañías mineras.
En otras palabras, la expulsión de las personas que viven en la selva,
seguido por el desmonte y la quema, son partes de un proceso de
destrucción que sigue etapas
lógicamente concatenadas que
avanzan hacia un punto de no retorno; que no podrá ser revertido por la
acción de los ambientalistas, los pueblos originarios, e incluso, tal
vez, de los próximos gobiernos de Brasil.
Y esto cuenta con el apoyo y el aliento del gobierno actual, que está
sordo a los gritos del pueblo brasileño, lo cual exige manifestaciones
internacionales en defensa de la vida.
Hqn: En términos de Derechos Humanos ¿cuál es la situación de las
comunidades que habitan esos territorios, campesinas u originarias?
LM: En
Brasil los derechos humanos valen menos que los derechos de propiedad y
la tenencia forzada. Las comunidades indígenas y tradicionales están
atrapadas, rodeadas de formas de explotación del territorio que inviabiliza sus
prácticas y culturas tradicionales.
El uso excesivo de agrotóxicos, agravado por la pulverización aérea,
contamina el aire, el suelo y el agua. Nuevas enfermedades surgen en
forma epidémica, exigiendo tratamientos específicos cuyos recursos no
están disponibles, lo que induce a negocios relacionados con la venta de
recursos naturales y la migración de las comunidades.
El proceso de instalación de plantas hidroeléctricas en áreas indígenas
y reservas ambientales también induce el avance de la economía
depredadora sobre los territorios. Esta situación se suma a otras que
alimentan conflictos internos, donde parte de los habitantes proponen
vender sus derechos y riqueza, mientras que otros proponen resistir, lo
que destruye a las comunidades. La cooptación y la muerte de los líderes
sigue el camino de la deforestación. Datos similares ocurren en otras
regiones de América, donde la ganadería, la soja y los eucaliptos
avanzan sobre áreas de cobertura natural con una lógica similar, donde
el apoyo del gobierno favorece prácticas y negocios que violan los
derechos humanos.
Hqn: ¿Qué es la “bancada ruralista” y cómo influye ese sector en las
políticas públicas?
LM: Se
llama Bancada
Ruralista al
grupo de parlamentarios que defienden los intereses
de los agronegocios, en todas sus dimensiones. Este
grupo trabaja, en la Cámara y el Senado, en conjunto con las llamadas Bancada
de la Bala, que aboga por la liberación
de armas de fuego para el uso de la población, y la Bancada
de la Bíblia, que reúne a las nuevas
iglesias pentecostales, que se oponen a las religiones
tradicionales, en particular a las de origen africano y relacionadas con
las culturas indígenas. Rechazan la teología de la liberación en su
conjunto, considerando inclusive que el Papa Francisco no debe ser
escuchado porque tendría tendencias “comunistas”.
Con este sesgo, la Bancada Ruralista domina ministerios clave (como
Agricultura y Salud), y ha estado actuando de manera decisiva para
devolver a Brasil al estado de colonia
exportadora de
productos básicos, como la soja, la caña de azúcar, pasta celulosa, la
carne y minerales.
Para este grupo, que domina el gobierno de Bolsonaro y actúa de forma
servil a los intereses de las grandes empresas transnacionales, la
cuestión ambiental “estorba los negocios”. En este sentido, los
instrumentos estatales están siendo (o ya fueron) desmantelados. Todos
los defensores de estas cuestiones, como indígenas, ambientalistas, los
líderes de pueblos y comunidades tradicionales, son tratados como
enemigos a ser acallados, apartados, y en última instancia, al
considerar las
muertes de lahermana
Dorothy y
líderes indígenas,
tal vez incluso eliminadas.
Para ello, además de la fuerza bruta y los incendios, vienen siendo
usados los poderes constitucionales, ejecutivo, legislativo y Judicial,
así como la policía y el ejército; que se muestran como eficientes
colaboradores o dejan el terreno para el accionar de milicias, mientras
que la “ley antiterrotista” apunta a las organizaciones sociales y
amenazan a sus líderes.
Hqn: Alrededor del fuego en el Amazonía, se han actualizado narrativas
de corte “nacionalista” sobre la soberanía del Brasil para decidir lo
que sucede allí, y se replanteó el viejo discurso de “gobernanza” por la
importancia regional y mundial de los servicios ambientales que la selva
amazónica presta. ¿Qué opinión te merece este debate?
LM: Esto
no es algo serio. Ni el Amazonas será ocupado militarmente desde el
extranjero, ni el gobierno (aunque lo sugiera) lo cree. Este gobierno
está entregando el petróleo, permitiendo a los extranjeros comprar
tierras en cantidades increíbles. Por ejemplo, aunque las personas
tienen límites individuales de propiedad, en el total cada municipio
puede haber desnacionalizado hasta un 25% y su área física.
¿Qué nacionalismo sería este? …el de un gobierno que permite la
privatización e internacionalización de todos los recursos estatales
fundamentales para el desarrollo nacional; y que explícitamente favorece
los intereses de Estados Unidos por sobre los del pueblo brasilero.
Hqn: Contanos ¿qué iniciativas se vienen desarrollando desde las
organizaciones del campo popular en relación a los incendios en el
Amazonas?
LM: Algunas
comunidades afirman que van luchar porque el clima es la guerra y la
vida de sus pueblos está en juego. Otros apuestan por la solidaridad
internacional y la conciencia de la población brasileña, así como por el
despertar del nacionalismo que parece inactivo entre los oficiales del
ejército. Todos creen que lo impensable ya está sucediendo y que esto no
puede ir más allá. Sin embargo, todos sabemos que los límites de lo
imposible, impuestos por la lógica y la ética, vienen siendo desafiados
y superados semanalmente por este gobierno. Por esta razón, está
creciendo un esfuerzo de aglutinamiento interno, que tiende a unir a
todos los sectores, en defensa de un proyecto nacional. (…)
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