9 de junio de 2012

Construcción de Néstor Kirchner del involucramiento mayoritario con el avance del capitalismo local


El gobierno de Néstor Kirchner: característica y alcances de la recomposición hegemónica 
Por Gastón Angel Varesi
“(...)El gobierno se presenta como lo “nuevo” que permite la clausura ysuperación de lo “viejo” :  "El 27 de abril, las ciudadanas y los ciudadanos de nuestra patria, en ejercicio de la soberanía popular, se decidieron por el avance decidido hacia lo nuevo, dar vuelta una página de la historia (...) Por mandato popular, por comprensión histórica y por decisión política, ésta es la oportunidad de la transformación, del cambio cultural y moral que demanda la hora. Cambio es el nombre del futuro” .

En este mismo discurso en el Parlamento el día de su asunción presidencial, Néstor Kirchner llama a construir un “capitalismo nacional” que permita la movilidad social ascendente, volviendo a la senda del progreso social. Para esto, dice, se deberán implementar políticas activas para el crecimiento económico, la generación de puestos de trabajo y una más justa distribución de la riqueza, recuperando el Estado un rol centralPodemos observar un discurso que capta varios aspectos de la crisis de hegemonía señalada: la propuesta de dar fin a la crisis económica a través del proyecto de“capitalismo nacional”, atendiendo a las consecuencias de dicha crisis que habían sidotraducidas en crisis social , tales como el desempleo, la pobreza, etc., y, por último, una respuesta a la crisis ideológico-cultural , rechazando la idea de Estado mínimo a favor de la exigencia de “más” Estado.Kirchner construye en su discurso un adversario , un “ellos”, que refiere al conjunto de actores identificados con las políticas neoliberales encarnadas en las prácticas de los 90:  En la década de los 90, la exigencia sumó la necesidad de la obtención de avances enmateria económica, en particular, en materia de control de la inflación.La medida del éxito de esa política, la daba las ganancias de los  grupos s concentrados de la economía,  la ausencia de corridas bursátiles y la magnitud de las inversionesespeculativas sin que importara la consolidación de la pobreza y la condena a millones deargentinos a la exclusión social, la fragmentación nacional y el enorme e interminable endeudamiento externo”. También opone la recta gestión frente a la corrupción y laimpunidad.

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Este es otro de los sentidos por los cuales planteamos la necesidad de pensar al gobierno de Kirchner como una propuesta “resolutoria” particular de la crisis del 2001, principalmente porque discute con las figuras deslegitimadas frente a los cuales se alzaron los reclamos en ese entonces: Kirchner se propone a sí mismo como momento de ruptura frente al neoliberalismo y en su discurso recopila las diversas aristas que caracterizaron aquel principio de crisis orgánica. En este camino, el gobierno saldría a construir una imagen novedosa que, amplificada por los medios masivos de comunicación, lograría un alto impacto. Muestra de esto es, entre otros, el discurso dado en la Cumbre de las Américas en Mar del Plata (2005) dondesostuvo que Argentina, que vivió en 2001 la peor crisis económica y social de su historia, ejemplifica el fracaso del neoliberalismo y la conveniencia de seguir un camino propio,ajeno a las recetas de los organismos internacionales. También se aprontaba a criticar al FMI como coresponsable de la debacle argentina. Este es otro de los momentos rupturistas del discurso de Kirchner que generó amplia adhesión popular; el presidente, que llamaba a construir “lo nuevo”, (“una Argentina en serio” sería su eslogan), se plantaba a denunciar “lo viejo” usufructuando todo lo que significaba el haber acelerado el retiro de su primer rival electoral, Carlos Menem, uno de los principales símbolos encarnados del paradigma neoliberal. 

En tanto Kirchner se plantea a sí mismo como  lo nuevo , convoca la figura del outsider  ,invoca el modelo de la llegada, desarrollado por E. Verón y S. Sigal en “Perón o muerte: Los fundamentos discursivos del fenómeno peronista, posibilitado
 también por el desconocimiento generalizado en otras partes del país de sus gestiones en la provincia de Santa Cruz. Kirchner provenía de largas experiencias en el poder ejecutivo, primero como intendente de Río Gallegos desde 1987 a 1991 y desde entonces como gobernador de Santa Cruz. Sin embargo, el desconocimiento de sus gestiones pasadas permite a Kirchner aparecer como la principal figura del recambio. Lo nuevo emerge desde la exigencia de cambio, de dar vuelta una página de la historia al reclamo de 2001, como Kirchner mismo identificaba en su discurso. Además Kirchner añade otro elemento fuerte del discurso peronista original. Él proclama que viene a trabajar por los argentinos: “ Yo y quienes me acompan seremos sus servidores, trabajaremos con mucho esfuerzo y, para terminar, les quiero decir qué es loque sentimos que somos: hombres comunes con responsabilidades muy importantes   .Kirchner se presenta entonces como lo nuevo opuesto a las viejas prácticas corruptas y a las políticas neoliberales que devastaron el nivel de vida del pueblo, y esto nuevo responde a la “llamada” del pueblo perjudicado para encarnar el elemento reparador a partir de una vocación de servicio desinteresada. 

Estos elementos irán desactivando la impugnación generalizada del “que se vayan todos”, desdoblando su contenido de modo de apartar al gobierno de la negación implicada en dicha consigna. 


Muñoz y Retamozo, analizando la producción discursiva del gobierno de Kirchner a partir de una indagación acerca de los usos de “pueblo” en el marco del proceso de recomposición hegemónica, aportan interesantes claves para pensar la desactivación previamente mencionada. Los autores destacan una serie de operaciones discursivas que  parten del reconocimiento de la crisis, la identificación del pueblo como entidad dañada, pero al mismo tiempo como fuente de soberanía de la que emerge el presidente y sugobierno como parte de ese sujeto e intérpretes de sus intereses. Al tiempo que se construye  al Estado como instancia reparadora del pueblo dañado, retomando símbolos del peronismo original, se identifica al enemigo con los actores del neoliberalismo y se desata así su asociación con el conjunto de la clase política mientras que simultáneamente se apropia del enemigo construido por los distintos movimientos populares. Pero como también señalan ambos autores, “para generar el consentimiento de la población, los gobiernos deben traer al presente pequeños retazos de la promesa futura” (Muñoz y Retamozo, 2008: 143).En este sentido, como parte de la estrategia resolutoria, el gobierno de Kirchner logró recuperar algunos reclamos sentidos de las clases subalternas, que habían cobrado fuerza en el proceso previo de conflictividad, y dar cauce a distintos niveles de resolución. Sus acciones progresistas más destacadas refieren a su política de Derechos Humanos, los cambios en la Corte Suprema de Justicia, sus discursos críticos frente al FMI, eldescabezamiento de la cúpula militar y su acercamiento a gobiernos populares de AméricaLatina. 

Estas medidas producirían amplias adhesiones, incluyendo personalidades yorganizaciones previamente opositoras. Con respecto a  la política de Derechos Humanos,produjo algunas escenas de alta trascendencia como el apoyo a la anulación de las leyes de perdón a los represores de la última dictadura militar (ley creada y promovida originalmente por diputados de izquierda),así como la transformación de la ESMA en un museo para la memoria. “Yo no vengo en nombre de ningún partido, vengo como compañero y también como Presidente de la Nación Argentina y de todos los argentinos (...) seguimos luchando como podemos, con lasarmas que tenemos, soportando los apretujones y los aprietes que nos puedan hacer. Perono nos van a quebrar, compañeros y compañeras. Aquella bandera y aquel corazón que alumbramos de una Argentina con todos y para todos, va a ser nuestra guía y también labandera de la justicia y de la lucha contra la impunidad. Dejaremos todo para lograr un país más equitativo, con inclusión social, luchando contra la desocupación, la injusticia ytodo lo que nos dejó en su última etapa esta lamentable década del ’90 como epílogo de las cosas que nos tocaron vivir  . Kirchner aparece en su discurso como un compañero más, que no ha claudicado en la lucha de su juventud setentista por un mundo mejor,repudia el genocidio junto con las reformas neoliberales.Con su estilo personal, plebeyo, desenfadado, alejado de todo convencionalismo, procuraun contacto directo con el pueblo (Borón, 2005), del que es tan sólo un servidor. Los  medios amplificaban el eco del “estilo K”. Además, el gobierno iba generando una simbología que recuperaba elementos del peronismo original, tales como una fuerte reivindicación del trabajo en alianza con la industria como base del “capitalismo nacional”la idea de un Estado fuerte, preocupado por el bienestar y la justicia social, entre otros, y retomaba algunas reivindicaciones que iban dotando de legitimidad su gobierno, apelando aun imaginario de profundo arraigo popular. 

La estrategia hegemónica, tuvo también un capítulo importante en su armado político , el Frente para la Victoria que, jugando desde dentro y desde fuera del Partido Justicialista(PJ), realizó un despliegue que articulaba transversalidad, abriendo espacios a sectores progresistas, y acumulación de fuerzas para la progresiva conquista de las lealtades y la estructura del PJ. Esta contienda por la conducción del aparato tuvo en su disputa con Eduardo Duhalde,quien originalmente lo había apadrinado para las elecciones  presidenciales, un capítulo
fundamental, en el que el kirchnerismo terminó imponiéndose en el marco de las elecciones del 2005 con el triunfo de Cristina Fernández de Kirchner sobre “Chiche” Duhalde por el senado de la provincia de Buenos Aires.Hacia el arco de la transversalidad, el gobierno de Kirchner inauguraba una política de acercamiento a sectores populares con políticas activas (desde Madres y Abuelas de Plaza de Mayo con la política de DDHH, hasta la inclusión de deres piqueteros comofuncionarios del Estado). El nivel de éxito de esta estrategia se expresó en la incorporación de organizaciones populares y de izquierda, con distinto grado de posicionamiento crítico al gobierno, en la gestión oficial y la creciente marginación de las organizaciones de similar  perfil político que quedaron en oposición al gobierno. De este modo el gobierno logró mitigar el impacto de la crisis social dotando con elementos novedosos el proceso de recomposición hegemónica en marcha. En términos del escenario político más general, el gobierno planteó una estrategia que reconfiguraba el bipartidismo erosionado en dos nuevos polos, de centro-izquierda y centro-derecha, que fue tomando forma de coalición donde el PJ, los transversales y otras fuerzas políticas aliadas (principalmente sectores de la UCR y PS) ampliarán su legitimidad,marginando a la izquierda opositora y confrontando con espacios de una nueva derechaelectoral que tiene en Mauricio Macri  a su principal referente y una variante más heterogénea y republicana que se nuclea en torno a Elisa Carrió 

De este modo, elgobierno asumía plenamente el desafío abierto en materia de crisis de la política ,   que señalábamos al comienzo, buscando recomponer el nculo entre “representados y representantes”, reformulando el par PJ-UCR característico de las décadas del 80 y 90 para dar lugar a un esquema que rearticulaba fuerzas y actores de manera singular (...)".
Fuente: revista Espacio Crítico Nº 12 enero-junio 2010
http://es.scribd.com/doc/39366966/Varesi-El-gobierno-de-Nestor-Kirchner-caracteristicas-y-alcances-de-la-recomposicion-hegemonica-Espacio-Critico-n12

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