Promoviendo la inclusión, humanizando derechos
Por María Eugenia Rodríguez*.
El pasado miércoles 29 de
agosto, en la ciudad de Rosario se llevó adelante una jornada de movilización y
lucha por los Derechos de los niños, niñas y adolescentes. Allí se le dio el
puntapié inicial al Movimiento Cienfuegos.
La ciudad, muestra clave de la deficiencia de las políticas públicas de niñez y adolescencia provinciales, es hoy el centro de mayor visibilización de la problemática de doble vulneración de Derechos: de los niños, niñas y adolescentes lesionados en sus derechos adquiridos y reconocidos por diversas leyes, y la de los trabajadores estatales, cuyas condiciones laborales son caracterizadas por la precarización y el trabajo bajo contrato permanente.
Fruto de la
organización gremial de los trabajadores del Instituto de Recuperación del
Adolescente Rosario (IRAR), hace poco más de un mes, comenzó a reunirse un
grupo más amplio de trabajadores, talleristas del instituto, personas
autoconvocadas y diversas organizaciones sociales, políticas, estudiantiles y
sindicales con el aporte también de diversas instituciones públicas de la ciudad. El Movimiento
Cienfuegos es la construcción comprometida, genuina, que viene gestándose con
el objetivo de abordar la compleja situación que atraviesan hoy los niños,
niñas y jóvenes de la ciudad, con el IRAR como lugar de partida para exigir al
Estado, en todos sus planos, políticas integrales, multisectoriales y de promoción
de derechos.
Entender a los jóvenes
como actores sociales capaces de protagonizar la transformación de sus propias
condiciones sociales de existencia, ampliando la mirada a la niñez, es el
compromiso desde el cual se organizó la jornada del pasado miércoles. La
apuesta fuerte por generar militancia comprometida con una visión integral de
los derechos humanos, que incluya la disputa por una vida digna para los
jóvenes de los barrios empobrecidos, que forman parte del corrimiento de la Escuela Pública y
el trabajo en blanco, es el motor que fortalece al movimiento.
Facundo Peralta,
acompañante juvenil del IRAR y delegado de ATE Rosario, relató: “nos reunimos
para conformar un espacio social y político que pueda promover y luchar por los
derechos de los jóvenes de los sectores populares, haciendo foco en el IRAR
como institución vejatoria de los derechos humanos, y a la cual hay que cerrar
cuanto antes”. Además, remarcó que “el IRAR es una cárcel, en la cual se violan
absolutamente todos los derechos humanos de las personas que habitan ese lugar
y también se violan los derechos de los trabajadores que trabajan en ese lugar.
Es un lugar de hacinamiento de los jóvenes, donde hay entre 40 y 50 jóvenes
actualmente viviendo, con condiciones paupérrimas de salubridad, sin poder
ejercer el derecho a la salud y sin poder ejercer el derecho a la educación”.
Esto es más grave aun teniendo en cuenta que en el IRAR ”hay una escuela, que
funciona de manera muy poco efectiva y que los pibes no se incluyen dentro de
esos espacios pedagógicos. No se puede cumplir con ninguna medida
socioeducativa en el marco de un lugar de encierro de adolescentes, porque no
tenemos que olvidarnos que los adolescentes están en una etapa de desarrollo y
si se los encierra se los termina matando en un montón de aspectos”.
En relación a las
propuestas concretas que se vienen debatiendo en los encuentros, Peralta
afirmó: “Venimos promoviendo una seria de cambios en las políticas públicas que
se están poniendo en práctica hacia la juventud, sobre todo desde el Ministerio
de Justicia y DDHH, a cuya órbita pertenece el IRAR”. En este sentido remarcó
que esto es impulsado “para que exista una mayor cantidad de políticas de
promoción de derechos, que estas políticas tengan presupuesto y que los trabajadores
que las llevan a la práctica no estén precarizados, sino que tengan condiciones
dignas de trabajo, y que el IRAR no sea más la cárcel que es, sino una
institución verdaderamente de recuperación”. Además aclaró que están intentando
impulsar que se involucren a los jóvenes “en diferentes procesos de
organización popular en los territorios, que son su centro de vida, como forma
de romper con una cultura de, lo que nosotros entendemos, es un genocidio por
goteo”.
Por ultimo, planteó
que “necesitamos que se construya otro lugar que pueda cumplir con los
requisitos básicos que implican satisfacer la dignidad humana. Los jóvenes en
el IRAR no tiene acceso al agua potable, viven hacinados, en celdas de 2
x 1, tras las rejas, en vinculación permanente con una fuerza de seguridad
totalmente perversa, y con trabajadores estatales en condiciones laborales
paupérrimas”.
La Jornada de lucha y
movilización, fue el primer encuentro de un espacio con proyecciones de
trabajo a largo plazo y contó con la participación de muchos jóvenes
provenientes de barrios populares, de la universidad, de organizaciones
sociales, políticas, estudiantiles y de derechos humanos. El objetivo
primordial de la actividad fue el encuentro, el intercambio, y el hecho de que
la misma se desarrollara frente al edificio de la sede local de la Gobernación,
permitió visualizar al espacio frente a quienes tienen en sus manos la decisión
de avanzar en la promoción de derechos ya reconocidos o profundizar el
paradigma de la vulneración y la precarización laboral. Durante el encuentro
también se pintó la bandera del Movimiento Cienfuegos, la cual seguramente
encabezará la lucha constante para hacer de la juventud un divino tesoro
cargado de futuro.
*Espacio de Derechos Humanos del Frente Popular Darío Santillán,
Rosario
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario