13 de febrero de 2015

VII. Construir otro enfoque del antiimperialismo para el Nunca Más al Estado local del capitalismo mundializado.

Regresión política y poder económico
Publicado por OPSur - 03/12/2014

Por Maristella Svampa y Enrique Viale*.
- Vivimos en una sociedad en la que los riesgos e incertidumbres causados por la opción por un crecimiento económico exponencial e ilimitado producen daños sistemáticos e irreversibles en los ecosistemas, que afectan y amenazan los territorios y la reproducción de la vida.
La conciencia cada vez mayor de esos riesgos e incertidumbre explica porqué aquellos debates y decisiones que antes estaban reservados exclusivamente a los técnicos y las burocracias especializadas, hoy adquieren un sentido social y político más amplio, convirtiéndose en cuestiones de interés colectivo, que involucran a la población en general y, sobre todo, a las comunidades afectadas, las cuales buscan abrir el espacio de participación ciudadana.
Nada de esto es fácil, ya que de modo recurrente la clase política se opone a tales procesos. Un ejemplo escandaloso de esto último es lo ocurrido en la provincia de Chubut.
El martes 25 de noviembre la legislatura de esa provincia debía votar positiva o negativamente por una ley de iniciativa popular contra la megaminería, que impulsaba la población, y que contaba con el aval de 13.007 firmas (más del 3% del padrón electoral, según exige la Constitución provincial). Las posibilidades de que este proyecto de ley fuera aprobado eran importantes. La intensa movilización social, el hecho de que Esquel fuera pionera en la lucha argentina contra la megaminería, la argumentación ambiental que sustentaba dicho proyecto y el convencimiento de que cada vez se hace más difícil imponer verticalmente la megaminería, habían persuadido a una parte no menor de la dirigencia política chubutense en favor de la misma. Además, se agregaba que, por primera vez, se aplicaría un mecanismo de democracia semidirecta, previsto constitucionalmente.
Unas semanas antes de la votación, el lobby de la minería transnacional activó la alerta y desarrolló una agresiva campaña mediática, buscando asustar a la población acerca de las consecuencias de esta ley, tratando de “ignorantes” a amplios sectores de la sociedad chubutense, o bien, insistiendo en que no había habido “debate” sobre el tema minero.
Lo cierto es que en Chubut el debate sobre la megaminería se viene dando desde 2002, lo cual se vio reflejado en la consulta pública realizada en Esquel, en 2003, refrendada luego por la ley provincial 5001, que prohíbe la megaminería con sustancias tóxicas. Era esa ley la que la iniciativa popular presentada ahora buscaba complementar.

Sin embargo, ese día de noviembre, en lugar de tratar el proyecto de la ciudadanía, el Frente Para la Victoria junto con aliados del Partido Justicialista, impulsó otro proyecto de ley, con el mismo nombre, muy diferente (en su letra y en su espíritu), que distorsionaba claramente el sentido propuesto por la iniciativa ciudadana, abriendo las puertas a la posibilidad de la megaminería en Chubut.

Hasta ahí los hechos tienen que ver con la manipulación de la voluntad popular por parte de una clase política autocentrada, que rechaza o bastardea los legítimos mecanismos participativos de la democracia, para convertirlos en letra muerta. Pero lo que sucedió en Chubut fue algo más, algo que grafica de modo incontestable la regresión institucional en nuestro país y habilita la derogación o el veto de la ley aprobada. Pues al día siguiente se difundió una foto de un diputado del PJ, Gustavo Muñiz, que responde al FPV, quien en plena sesión legislativa recibió mensajes en su teléfono celular con instrucciones sobre la redacción de la ley aprobada, por parte de un Gerente de la transnacional minera Yamana Gold.
La fotografía es inobjetable e ilumina aquello que es uno de los grandes signos de nuestra época: las relaciones cada vez más explícitas –alguien diría “carnales”- entre poder político y grandes compañías transnacionales.

Claro que hay otros ejemplos recientes: en agosto de 2013 la legislatura neuquina aprobó el convenio firmado entre YPF y Chevron, que contiene cláusulas secretas, disposiciones que ni los diputados del oficialismo provincial y nacional conocían, pese a lo cual obedientemente levantaron la mano.

Hay que leer lo ocurrido en la provincia de Chubut en clave nacional. Si, como argentinos, no queremos que en nuestro país la clase política termine siendo hablada y manipulada desde el poder económico, y la ciudadanía caiga fundadamente en el peor de los descreimientos frente a la institucionalización del fraude, buscando otras vías de resolución de los conflictos, debemos pensar en el modo de garantizar la transparencia del sistema democrático y la necesaria democratización de las decisiones.
*Maristella Svampa es socióloga. Enrique Viale es abogado ambientalista. Autores de “Maldesarrollo” (Katz editores)

 

 

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Hidrocarburos: una ley a medida de las corporaciones

Por Maristella Svampa y Hernán Scandizzo*
Como ha sido ampliamente publicitado, Argentina es uno de los países que cuenta con mayor potencial de gas y crudo de esquistos junto a EEUU y China. Desde la sanción de la ley de Soberanía Hidrocarburífera, en mayo de 2012, con la cual el Estado tomó el control del 51% de las acciones de YPF, el gobierno se propuso alcanzar el autoabastecimiento a partir de la explotación masiva de yacimientos no convencionales. El contexto de déficit energético, así como la intensa campaña comunicacional asociando empresa nacional, soberanía energética y defensa de los hidrocarburos no convencionales, facilitaron su instalación y fueron cerrando los caminos a un debate democrático. Con esta decisión no sólo se redujo el problema energético al abastecimiento de hidrocarburos, sino que se desestimaron otras posibilidades, incluso dentro del limitado universo de los combustibles fósiles.
No obstante, la imposibilidad de resolver el problema por esta vía ha quedado de manifiesto dos años más tarde. El fracking avanzó en las provincias de Neuquén y Río Negro impulsado principalmente por YPF, no se concretó el anunciado aluvión de inversores ni los niveles de producción resultaron tan promisorios. El proyecto de reforma de la Ley de Hidrocarburos del Ejecutivo suma otras vías: la recuperación terciaria y los yacimientos de la plataforma continental y propone transformar en ley los beneficios entregados al sector empresario a través de decretos nacionales y acuerdos, como el alcanzado entre el Gobierno de Neuquén e YPF para explotar Vaca Muerta asociada con Chevron. Incluso reduce los requisitos: recordemos que el decreto 929 otorga la posibilidad de exportar en 20% de la producción o venderla en el mercado interno a precio internacional y girar las utilidades al exterior a partir del quinto año de iniciado, en proyectos que demandaran una inversión de mil millones de dólares. La reforma actual contempla los mismos beneficios para proyectos de doscientos cincuenta millones de dólares, esto es, la cuarta parte. Además, los proyectos que soliciten concesión de explotación dentro del plazo de 36 meses de entrada en vigencia de la ley, podrán pedir una reducción de hasta el 25% del monto de las regalías durante los 10 años siguientes a la finalización de la etapa piloto. También se eliminan trabas a la concentración oligopólica, que existen y no se aplican… y lo más preocupante: habilita mecanismos para que la concesión de áreas sea a perpetuidad.
El proyecto de ley no contempla en absoluto la consulta a los pueblos originarios, tal como establece el convenio 169 de la OIT. Vaca Muerta está lejos de ser un territorio vacío, como es concebido por las autoridades provinciales y nacionales, en ese territorio se asientan más de veinte comunidades mapuches, que hoy reclaman su derecho a ser consultadas.
En consecuencia, resulta muy difícil encontrarle aspectos positivos a esta reforma tan importante, que consolida nuevas vías del despojo y el saqueo económico. Al igual que con la soja y la megaminería, nuestro país se perfila como un laboratorio a gran escala en la implementación de una las técnicas de extracción de hidrocarburos más controversiales a nivel global, amparado por un marco regulatorio cada vez más propicio para las inversiones extranjeras. Asimismo, la estigmatización de los sectores ambientalistas, el encapsulamiento en lo local y el silenciamiento de los accidentes (en los últimos cinco meses hubo dos explosiones en pozos de tight gas en Allen; la pérdida de dos pastillas radioactivas en pozos de Neuquén y una grave fuga de gas en un pozo de shale en Loma Campana, el corazón de Vaca Muerta), hace que las voces disidentes tengan cada vez menos espacios dónde expresar sus posturas.
Es imposible alcanzar la Soberanía Energética si no se apuesta a una política de Estado, es decir, sostenida en el tiempo y destinando recursos para la diversificación de la matriz energética, que depende en un 90% de combustibles fósiles. Por otra parte, hablar de Soberanía Energética no implica solamente apostar al desarrollo de fuentes alternativas (solar, eólica, mareomotriz, hidráulica), sino también evaluar las escalas de los proyectos, garantizando la participación social en el diseño de los proyectos y de las políticas. En suma, implica un nivel de debate y participación, de consideración de abordajes múltiples, que evidentemente esta nueva ley no sólo no habilita, sino que además, pretende clausurar.
*Nota publicada en la edición en papel del diario Clarín
Fuente: http://www.opsur.org.ar/blog/2014/10/23/hidrocarburos-una-ley-a-medida-de-las-corporaciones/


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Fracking 2015: El experimento continúa.
Entrevista a Roberto Ochandio.
30 de Enero de 2015

Por Demián Morassi
A continuación usted leerá una entrevista a Roberto Ochandio coautor del libro 20 Mitos y realidades del fracking (Ed. El colectivo, 2014). Roberto tiene el extraño perfil de haberse licenciado en Geografía en una Universidad de Texas (Estado petrolero si los hay), trabajado en YPF y otras compañías del sector (como Hughes Services, hoy llamada Baker-Hughes) y hoy es miembro de la Unión de Asambleas Patagónicas.
Veamos que tiene para decir sobre...
A partir de este dibujo de Txer y Txino, me gustaría que me diga por qué utiliza el término experimental a la técnica del fracking teniendo en cuenta que ya se hicieron decenas de miles de pozos...
Creo que la explicación se puede describir en la siguiente lista:

Ø       La fracturación de pozos es un método creado en 1947 para pozos convencionales
Ø       Volúmenes relativamente bajos dado el menor espesor de las formaciones convencionales
Ø       Las formaciones no-convencionales se extienden por cientos o miles de metros por lo tanto los volúmenes son miles de veces mayores.
Ø       Uso de gran volumen de productos químicos, algunos desconocidos
Ø       No se conocen los efectos sinérgicos de estos productos químicos
Ø       Grandes pérdidas de metano con efecto invernadero
Ø       exposición de la población a agua y aire contaminado
Ø       enfermedades desconocidas o inexplicables
Ø       constituye un experimento a escala industrial al aire libre
Ø       la explotación de hidrocarburos no-convencionales solo lleva unos 15 años desde su primera implementación. Puede llevar muchos años más para que tengan efecto los cambios globales en el medio ambiente y en el clima en general.
Ø       solo el paso del tiempo podrá decirnos el impacto total de estos métodos extractivos
Ø       el efecto invernadero que creamos hoy seguirá creciendo por varios años aun si paramos hoy mismo de contaminar. Esto es debido al proceso llamado inercia térmica.

Al Frankenstein de la novela le faltaba energía propia y le aplicaron electricidad de un rayo... El fracking ¿puede autosustentarse energéticamente o depende de energías de otras fuentes?
El movimiento de maquinarias y materiales requerido por el fracking sólo puede hacerse usando gasoil. Sería inconcebible tender líneas de electricidad hacia cada nuevo pozo antes de saber si ese pozo puede ser productivo. En otras palabras, las operaciones defracking consumen parte del petróleo o el gas que se extraiga de cada pozo.
Sin embargo otros procesos tales como la preparación de productos químicos, o la construcción de equipos petroleros, consumen enormes cantidades de energía y agua. Esta energía generalmente tiene forma de electricidad, la cual generalmente proviene de usinas térmicas a gas o carbón.
Un poco de investigación (1)da cuenta de los problemas en North Dakota, el Estado de los EEUU donde está el famoso yacimiento de shale oil 'Bakken Field'. Además de petróleo este Estado también es conocido por su producción agrícola. Últimamente tuvieron escasez de gasoil para la agricultura porque lo que había disponible lo consumió la industria del petróleo, incluyendo al fracking.
Este informe nos dice dos cosas:
Por un lado las destilerías locales son capaces de fraccionar el gasoil a partir del shale oil(petróleo de esquistos). Si no fueran capaces de procesarlo entonces transportarán el petróleo a otras destilerías e importarán gasoil para sus operaciones.
Además pone de manifiesto el otro gran problema que tiene la explotación de hidrocarburos no-convencionales: la cantidad irracional de pozos que hacen falta para mantener la cuota de producción. Por ejemplo, en Bakken Field hacen falta 1500 pozos nuevos todos los años para mantener su producción.
Es decir que la explotación de estos recursos, en todas sus fases, implica el consumo de grandes cantidades de energía, entre otras la misma energía que contribuye a extraer.
En el caso de Bakken Field, operar los 200 equipos de perforación de la zona implica el consumo de 95 millones de litros de gasoil por mes, esto sin tener en cuenta el consumo durante la operación de fractura hidráulica en sí misma.
¿Habría alguna posibilidad que el Frackingstein crezca y se desarrolle sin dañar la sociedad? ¿O matará a su creador?
Imposible. El fracking es inherentemente contaminante y devastador de recursos.
En todas sus etapas: planeamiento (preparación de equipos, materiales y productos químicos), ejecución (transporte, inyección de inmensos volúmenes de fluidos), post-fractura (purga de fracturas, eliminación de fluidos de desecho, transporte de residuos y equipamientos), procesamiento en superficie del gas y petróleo extraído. Todas estas etapas son nocivas para el medio ambiente y la salud.
Recordemos que el fracking solo fue posible cuando se eliminaron en los EEUU todos los controles sobre la calidad del aire y el agua y el transporte de productos químicos (Enmienda Halliburton).
Explotar yacimientos no-convencionales solo es posible mediante la financiación ilimitada por parte de fondos especulativos, que dependen de un precio del petróleo y gas lo suficientemente alto como para justificar la inversión.
La realidad muestra que el esperado retorno de inversión no se puede concretar dado los precios bajos y el exceso de producción de los yacimientos no-convencionales, por lo tanto las compañías petroleras están ahora endeudadas por sumas superiores a los 200.000 millones de dólares.
Consecuencia: ya comenzaron a quebrar las compañías petroleras chicas, y las grandes están reconsiderando si les conviene seguir invirtiendo.
Chesapeake, la segunda compañía de gas más grande de los EEUU ya está liquidando sus activos fijos (2).
De tus observaciones sobre el fracking en EEUU y México ¿qué similitudes y diferencias encontrás con Argentina? ¿Pueden nuestros países tener un momento de esplendor como en EEUU?
Creo que la implementación en los EEUU es un caso único. El norteamericano medio esta adoctrinado desde la escuela primaria para asumir que la naturaleza esta a su disposición, y que es lícito hacer plata de cualquier manera. Más aún, al ser ellos no solamente superficiarios sino también dueños de los minerales en el subsuelo, también tienen la oportunidad de beneficiarse con esta extracción.
La realidad en nuestros países es diferente. Grandes zonas de Argentina muestran la misma escasez de agua que México. Los superficiarios tienen todo para perder y nada para ganar, salvo algunos trabajos marginales. La conciencia ambiental de los pueblos originarios incluye un respeto hacia la tierra que no tienen en los EEUU.
Similitudes: igual contaminación y destrucción de recursos, la misma corrupción de funcionarios y políticos, las mismas consecuencias ambientales y en la salud.
No creo que se llegue al mismo esplendor en nuestros países. La caída de los precios del petróleo está desinflando la burbuja del fracking y les costará cada vez más justificar las inversiones escandalosas que se hicieron en los EEUU.
Sin embargo, nuestros gobiernos están dispuestos a financiar a las compañías petroleras, tal como lo demostró la suba de 3 dólares por barril que les dio recientemente el gobierno argentino.
En un ambiente donde prive la lógica del mercado (si esto fuera posible), las compañías dejarían de extraer en cuanto caiga su margen de ganancia. Sin embargo, con un gobierno corrupto como el nuestro se da el caso que las compañías seguirán explotando total el pueblo les garantiza sus ganancias.
Vayamos a la Argentina: Vaca Muerta me hace acordar a esas historietas ambientadas en el desierto donde sólo aparece un cráneo de una vaca... Loma la lata da la sensación de un sitio donde hay restos oxidados y ya no queda ni el loro... el pueblo de Añelo suena a "añejo", cinco viejitos esperando su hora... ¿vive alguien donde se está fracturando en Argentina?
Por supuesto que vive gente. El gobierno les hace creer a los porteños que Vaca Muerta está en medio de un desierto, pero les oculta que absolutamente toda la Argentina está habitada por pueblos originarios.
Reconocer que vive gente implica reconocer sus derechos, y esto a su vez implica justificar lo que se hace y conseguir licencia social, lo cual es un estorbo para cualquier plan de extracción.
¿Es cierto que el fracking ha logrado enfrentar a dos pueblos originarios de América: el mapuche y el apache? ¿O es que leí el libro muy rápido y no lo capté bien?


Efectivamente, la compañía Apache violentó los derechos de la población Mapuche de Neuquén. No sólo los priva del agua en una región con características de estepa, sino que también los está matando con las enfermedades relacionadas al fracking.
Un caso emblemático es la muerte de Cristina Lincopan, quien vivía justo al lado del primer pozo no-convencional de Latinoamérica, Anticlinal Campamento Oeste No. 1, en Gelay Co (“Sin agua” en lengua mapuche).
La Patagonia se caracteriza por el elevado número de personas con problemas respiratorios. Cristina ya tenía problemas y respirar la contaminación proveniente del pozo con seguridad no la ayudó a sobrellevar sus problemas de salud.  
Problemas equivalentes se están reportando en la zona de Allen, Río Negro, donde la misma compañía Apache explotaba pozos en arenas compactas, que requieren fracking, en medio de plantaciones de frutales. Sus desechos tóxicos se riegan alrededor de los frutales o se tiran al Río Negro.
El año pasado Apache fue comprada por YPF y ahora se llama YSUR (Yacimientos del Sur).
Los problemas que tenía Apache los heredó YPF y sigue con las mismas prácticas inseguras: en el último año ya tuvo pérdidas de gas y dos explosiones en pozos de Allen.
El libro “20 mitos…” fue publicado en junio de 2014, antes de la caída del precio del petróleo ¿Cambió algo desde entonces? ¿El fracking se resquebraja en 2015?
Con la caída del precio del petróleo le será cada vez más difícil al gobierno nacional justificar los subsidios que les da a las compañías petroleras.
La rentabilidad de Vaca Muerta todavía no está demostrada por YPF. Ante el ocultamiento manifiesto de datos de producción, es posible pensar que Vaca Muerta es solo otra burbuja especulativa de poca duración.
Si el fracking no es una opción ¿Podemos pensar en un futuro sin las energías tradicionales?
Más que 'podemos' yo diría que 'debemos' pensar en un futuro cercano en el cual nuestras sociedades deberán adaptarse a vivir sin las formas clásicas de energía. Lo que hace años era opcional ahora ya es mandatorio.
Como ciudadanos debemos demandar al gobierno planes de acción concretos que nos permitan mirar a un futuro más limpio y seguro para nuestras familias. Poner todos los huevos en la canasta del fracking lo único que hace es prolongar la agonía y agotar los últimos recursos energéticos disponibles.
Hay ciudades que ya están planeando una transición ordenada hacia un futuro sin petróleo, sin gas y sin uranio. Ejemplos: Portland (EEUU), Totnes (Gran Bretaña), Kinsale (Irlanda), más una larga lista de pueblos en transición que podríamos tomar como ejemplos.
Teniendo al Frackingstein de un lado y del otro asumir el declive energético ¿cómo está reaccionando la sociedad civil en Argentina, México y EEUU?
Creo que tanto en los EEUU como en México y Argentina, la sociedad todavía está adormecida pensando en los modelos de desarrollo que se nos formula a través de la propaganda oficial, la televisión y medios en general. No hay mucha conciencia, salvo en grupos limitados, de la realidad energética en que se encuentra el mundo. Aparentemente todavía existe la creencia de que esta crisis es pasajera y 'ya vendrán tiempos mejores'.
La pelota está de nuestro lado y debemos trabajar para explicar a la gente que esta crisis, que dura desde antes del 2008, parece ser la crisis final del modelo de desarrollo permanente. Es una lucha cuesta arriba y la gente reacciona bastante mal cuando uno trata de convencerlos que debemos cambiar nuestro estilo de vida, pero no podemos esquivar el bulto. Asumo que la responsabilidad está de nuestro lado.
Muchas gracias Roberto por tu tiempo y la “energía” con la que te implicás en estos asuntos. Te invito junto a los lectores a seguir analizando y haciendo aportes sobre este tema en el Foro Crashoil.

Fuente: http://crashoil.blogspot.com.ar/2015/01/entrevista-roberto-ochandio.html

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