La Autonomía Zapatista en perspectiva social
10 de agosto de 2013
A
10 años de construcción constante de autonomía zapatista
vale la pena
reflexionar sobre ella,
mirar la autonomía zapatista, y aunque sea de forma breve describir la
forma de organización del gobierno autónomo, haciendo particular énfasis
en los proyectos de educación, salud, agroecología, y destacando el
papel que tiene la mujer en estos procesos.
En este sentido,
para comprender el concepto de autonomía
hay que partir de dos premisas: 1) los
sujetos poseen libre determinación, es decir, la capacidad de decisión
en lo que se refiere a las formas de organización; y 2) poseen un
territorio, el ámbito en donde se llevan a cabo la
toma de
decisiones, la ejecución de las acciones, la administración de los
recursos y la creación de las identidades.
Así,
con el
impulso de la autonomía en territorio zapatista, han venido reinventando
desde la práctica el sentido de la democracia, funcionando con sus
propias contradicciones.
Así lo señala
El
investigador Ramírez Zaragoza (2008: 82):
(…) no sólo desde el levantamiento de 1994, si no sobre todo, a partir
de la forma de los acuerdos de San Andrés incumplidos por el gobierno en
1996 y después de la aprobación de la ley sobre los derechos y la
cultura indígena de 2001 que en términos reales y legales negó la
posibilidad a tales comunidades de autodeterminarse con base en sus usos
y costumbres.
Es
importante puntualizar también, que
el
giro a la reivindicación de la autonomía tiene que ver con
consideraciones territoriales,
las cuales llevan implícita una idea de sustentabilidad vinculada con el
estilo de organización social-territorial prehispánico, que corresponde
también a una visión moderna anticapitalista de concepción del mundo.
“El
territorio tiene que ver con el lugar donde se asienta la cultura, como
territorio cultural, como el producto en incesante cambio de un proceso
social y no sólo geográfico-político" (Ceceña,
2004: 602).
Es
en el territorio controlado por el zapatismo donde encontramos la
construcción de los cinco Aguascalientes como resultado de las redes de
identidad que se vinculan en el territorio en rebeldía en Chiapas, donde
los indígenas zapatistas construyen la posibilidad de mejorar sus
condiciones de vida.
En
un primer momento personas de la llamada sociedad civil impulsaron y
apoyaron los proyectos productivos de educación y salud en diferentes
Municipios Autónomos del estado de Chiapas. Por ejemplo, en el Caracol
II de Oventic, se atienden las necesidades de educación y salud de más
de 38 comunidades aledañas, a través de la clínica-hospital “La
Guadalupana” y una Escuela Secundaria, estos fueron de los primeros
proyectos que se generaron en territorio zapatista. (Sub Comandante
Insurgente Marcos, 2001: 249)
Así pues, las bases de apoyo zapatistas junto con los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas [MAREZ] y las instancias de gobierno rebelde, juegan el papel más importante de la lucha zapatista, pues son ellos los que llevan a cabo su autonomía, siempre sin el reconocimiento del gobierno mexicano.
A través de sus
propios medios e incorporando proyectos productivos, las comunidades
zapatistas y sus bases de apoyo construyen otras formas de hacer
política donde se lleva a cabo el mandar obedeciendo, siendo las
prácticas que emergen de esto, las que se distancian de las
organizaciones institucionales de forma radical:
Las JBG (…) de estos 5 caracoles llevan a cabo para sí la revocación de
mandato, pues quienes no cumplen bien sus funciones son removidos por
las comunidades, además el cargo es rotativo y no tiene remuneración, ya
que es concebido como un trabajo y beneficio colectivo (…) Éste órgano (JBG)
son (…) una instancia colectiva en donde sus integrante se rotan
semanalmente (…) permanecen de domingo a domingo y enseguida regresan a
sus municipios y comunidades de origen de las autoridades; y vuelven (…)
al cabo de tres o cuatro semanas. Este mecanismo de representación se
origina a partir de que las distintas comunidades de un municipio
nombran el Consejo Autónomo del municipio y a sus distintos
representantes en las comisiones municipales. A su vez, los integrantes
del Consejo de cada municipio se organizan por turnos de modo que se
pueda garantizar su participación permanente. (Cerda García, 2011: 147)
La
renovación del Consejo Autónomo municipal se hace cada tres años,
mediante la asamblea. Durante los seis meses posteriores al término de
su mandato, las antiguas autoridades autónomas tienen la responsabilidad
de asesorar y acompañar a las nuevas autoridades. De esta forma, la JBG
queda conformada por alrededor de 12 personas, tanto mujeres como
hombres que pertenecen a los distintos municipios y cuentan con la
representación de tzeltales, tzotziles, tojolabales y mestizos. El
trabajo cotidiano se organiza a través de comisiones de proyectos
autónomos, finanzas, denuncias, problemas, respuestas a solicitudes,
entre otras. (op. cit., 2011: 148)
Los Consejos Autónomos fungen como órganos que representan a los Municipios, y por otro lado, las Juntas de Buen Gobierno son órganos que representan a varios Municipios Autónomos; el representante se convierte en la voz de todos los miembros de las comunidades que pertenezcan a una etnia, de la misma manera que los representantes de la JBG se convierten en representantes de todos los municipios que correspondan a su jurisdicción sin importar a qué municipio en particular pertenezca el representante.(Ramírez Zaragoza, 2009: 37-39)
Respecto a la organización zapatista, la Junta de Buen Gobierno del
Caracol de Oventic durante la brigada en que participó Regeneración
Radio en solidaridad con las comunidades zapatista en el año 2011,
platicó el significado de los trabajos que tienen como organismo
autónomo:
(…) estamos dando el servicio para nuestro pueblo; nosotros sabemos qué
es lo que hemos dicho desde el 94, (…) sí tenemos que cambiar unas
situación de que es del pueblo (…) nosotros vemos cuál es las
necesidades que hay aquí (…) es nuestra obligación de recibir los
visitantes nacionales e internacionales y además es nuestra obligación
de ver la necesidad de cada pueblo, de cada municipio. (Junta
de Buen Gobierno de Oventic, 2011, entrevista)
En
el territorio donde hay presencia de Bases de Apoyo de EZLN se llevan a
cabo actividades que conciernen a la salud, la educación, proyectos de
agroecología, entre otros más.
La idea de gobierno autónomo que se tiene en los pueblos zapatistas
supone una vida comunitaria en la que la democracia no sólo se refiere a
la elección de autoridades que son gobierno, sino que es un ejercicio
permanente vinculado a la práctica cotidiana de los responsables de
todos los cargos que la comunidad necesita para organizarse, para
producir y reproducirse como pueblos indígenas.
Sobre las características que tienen que ver con la reproducción del zapatismo destaco cuatro de ellas: la educación, salud, proyectos de agroecología; y por otro lado, el papel de la mujer indígena en la construcción de los procesos de la comunidad.
En
la educación
zapatista se
estudia la historia de los pueblos, de “los abuelos y ante pasados”. La
enseñanza se hace a través de promotores de educación, así como de
libros de texto que surgen de los mismos pueblos coordinados junto con
asesores de la sociedad civil. Se trabaja con ejercicios extra
escolares, como la elaboración y discusión de contenidos murales sobre
la historia de México, la trayectoria del Ejercito Zapatista de
Liberación Nacional, la historia de los municipios Autónomos y de la
educación Autónoma. (Cerda García, 2011: 201)
Los proyectos educativos están presentes en gran parte de los Municipios
Autónomos Rebeldes Zapatistas, los contenidos que se enseñan en las
escuelas son aprobados por los consejos autónomos y en la mayoría de las
comunidades en donde hay Bases de Apoyo del EZLN. Así lo hizo saber la
Junta de buen gobierno en la misma brigada de observación de agresiones
en contra de sus comunidades:
(…) las comunidades tienen sus promotores, sus promotoras, los mismos
pueblos lo organizaron; pero los promotores de la educación están dando
un servicio gratuitamente, están trabajando a tiempo completo, así nomas,
voluntario. (Junta
de Buen Gobierno de La Realidad, 2011, entrevista)
La
diferencia entre las escuelas oficiales y las escuelas autónomas
zapatistas es la impartición del conocimiento y el contenido de éste.
Por un lado, en las escuelas oficiales las clases se imparten sólo en
español, se deja a un lado la cultura indígena; mientras que en las
escuelas zapatistas se fomenta la identidad de los pueblos indios, las
clases se dan en español, zoque, tzeltal y chol; y se habla de la lucha
y los antecedentes zapatista. La historia que aprenden los niños
autónomos es la de sus propios pueblos y su lucha. El reto en educación
es ahora relacionar todos los proyectos. Se busca que en las escuelas se
impartan también clases de salud y de agroecología (Muñoz Ramírez, 2004:
Internet). Los proyectos educativos autónomos son muy importantes en el
movimiento indígena de Chiapas, ya que es el medio por el cual
reproducen sus prácticas sociales, es decir, se va concientizando a los
niños y niñas zapatistas, generando la reproducción y continuidad de su
lucha.
En
lo tocante a la salud
autónoma, el proyecto zapatista ha construido sus
propias clínicas, ellos mismos organizan a promotores de salud que
realizan campañas de higiene y de prevención. De la misma manera llevan
a cabo proyectos donde rescatan la medicina tradicional y la
construcción de clínicas dentales.
Ya
tenemos una clínica central (…) igual en cada Municipios Autónomos (…) ¿Por
qué? Porque los Municipios están muy retirados (…) pero no solo, también
tenemos casas de salud en cada comunidad (…) nosotros como zapatistas,
el pueblo mismo empezamos a organizarlo (…) no están recibiendo dinero,
paga (…) estamos en la resistencia. (Junta de Buen Gobierno
de Oventic, 2011, entrevista)
En
las regiones autónomas existe una red de casas de salud y clínicas,
consultorios dentales, laboratorios de análisis clínicos y de
herbolaria, donde se practica oftalmología y ginecología, así como
farmacias. En el sistema de salud comunitaria de los zapatistas, las
consultas tienen un precio simbólico y a veces son gratuitas, además se
atiende a todo aquel que lo solicita, sea o no Base de Apoyo del EZLN.
La medicina tradicional es gratuita, mientras que en la medicina
farmacéutica, solo se cobra el precio de costo. (Zibechi, 2008: 43)
A
pesar de la ausencia de reconocimiento por parte del Estado mexicano,
las estrategias que en el campo de la salud vienen implementando las
Bases de Apoyo Zapatista muestran no solo su eficiencia (disminución de
tasas de mortalidad infantil y materna), sino también que es posible la
conformación de una estrategia local de salud controlada por la misma
población indígena.
De
los proyectos zapatistas con los cuales están tratando de garantizar la
soberanía alimentaria y prácticas que respeten “a la madre tierra” son los
proyectos de agroecología. Estos también cuentan con
promotores y promotoras del trabajo en las comunidades y municipios
donde hay Bases de Apoyo Zapatistas.
Uno de los proyectos, es un plan de mejoramiento del suelo que consiste,
entre otras cosas, en eliminar poco a poco la quema de acahuales,
utilizar abonos orgánicos y dejar de usar insecticidas para las plagas,
con el fin de recuperar la fertilidad de las tierras. (Muñoz Ramírez,
2004: Internet)
En
este sentido La Junta de Buen Gobierno señala:
Se dieron cuenta de los productos químicos que están vendiendo los ricos
y el mal gobierno solo están matando la madre tierra, están contaminando
el suelo, el río el aire (…) la tierra y hasta nosotros; porque los
productos químicos (…) trae mucha enfermedad (…) Ahorita ya casi hay
muchas comunidades, muchos municipios en todas partes, ya saben cómo se
preparan los abonos orgánicos (…) no están usando los productos
químicos, así en pura natural están aprendiendo para que salga bien la
producción; ahorita están aprendiendo sobre la conservación de suelo (…)
los pueblos ya están sembrando
milpas, frijoles, hortalizas (…) natural (…) ya están buscando
buena forma de cómo sobrevivir (Junta
de buen Gobierno de Oventic, 2011, entrevista)
Los proyectos de agroecología, debido a la forma de concebir la naturaleza y de disponer de recursos naturales de una forma equilibrada, respetuosa con la naturaleza y con el medio ambiente de los pueblos indios, en particular de los zapatistas, posibilitan conservar la ecología del lugar, además desarrollar un conocimiento amplio de sus posibilidades alimenticias, curativas o facilitadoras de la vida.
Otra de las
características fundamentales del zapatismo es que ha generado una serie
de cambios en las formas de relación que cotidianamente se establecen
entre hombres y mujeres.
En este sentido, ha posibilitado la participación
de las mujeres desde
los primeros días de actividad pública del EZLN; antes del levantamiento
de 1994 las mujeres no tenían derecho a participar en los trabajos de
los pueblos, de esta forma, un gran logro de la organización autónoma
tiene que ver con la dignidad de la mujer, pues se ha avanzado en la
lucha contra la costumbre de “vender” a las mujeres, las cuales
anteriormente no podían elegir libremente a su pareja. (Cerda García,
2011: 114)
En
los espacios de los Municipios Autónomos o de los Caracoles se pueden
ejercer con mayor libertad las experiencias de noviazgo, la formación de
parejas, el ejercicio de sexualidad. Existe así mismo, una
intencionalidad y una serie de medidas para que, durante los encuentros
y reuniones de trabajo, las tareas tradicionalmente reservadas a las
mujeres tales como el aseo o la preparación de alimentos, sean
igualmente desempeñadas por ellos y ellas. (op. cit., 2011: 114)
No sólo los hombres, también las
mujeres están haciendo su trabajo, son coordinadoras, coordinan juntos
hombres y mujeres (…) cuando hablamos de la comercialización pues están
las cooperativas, esas son las mismas mujeres que llevan a cabo todos
los trabajos que se hacen ahí. Actualmente en los Altos de Chiapas hay
dos sociedades cooperativas que están funcionando y el grupo de
colectivos de mujeres, son ellas las mesas directiva (…) ahí son las
mismas compañeras que toman la decisión, que toman iniciativa, resuelven
problema cuando surgen algún problema
sobre su cooperativa (…) pues de todo lo que se necesita ahí. (Mujer
de la Junta de Buen gobierno de Oventic, 2011, entrevista)
Estas cooperativas, tiendas, granjas y hornos colectivos sirven también para la discusión y deliberación colectiva, como espacios de autogestión y discusión sobre las identidades de género, posibilitan la participación mixta, así como la participación de las mujeres en la discusión política.
Un
rasgo importante que resalta del zapatismo y que no puedo dejar pasar es
la concepción del poder que tienen, ya que no admiten protagonismos, ni
una revolución individual, más bien se plantean como una fuerza moral
que se diluye entre el pueblo. Ante la imposición (hegemonía) los
zapatistas anteponen reconocer la diferencia. El lema “mandar
obedeciendo” designa la forma de hacer la elección de autoridades por
medios de asambleas, la revocación del mandato, rendición de cuentas,
así como el trabajo comunitario, son aspectos muy importantes en la
construcción de nuevas prácticas políticas.
El ejercicio y la
construcción del poder en los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno no
se construye bajo la lógica del Estado;
es decir, de la centralización del poder y la dominación; en lugar de
concentrar el poder político en un sólo hombre o en una institución, las
comunidades indígenas zapatistas realizan una forma de redistribución
equitativa del poder, donde cada miembro de la comunidad tiene la
capacidad de incidir en las decisiones de la comunidad, acompañados de
una democracia directa y un poder generado de la comunidad:
Los Caracoles zapatistas representan también una ruptura con esa visión
de los movimientos revolucionarios del siglo XX que pretendían tomar el
poder por la fuerza para luego cambiar el mundo. En lugar de esto los
pueblos mayas rebeldes construyen el poder desde abajo (en lo micro) y
de esta forma buscan hacer redes de resistencia con otras comunidades u
otros movimientos. (Romero,
2010: Internet)
La organización
autónoma de las comunidades indígenas no es nueva. Incluso en México,
las tres cuartas partes de los municipios de Oaxaca
(donde coexisten 15 etnias) eligen a sus autoridades según sus usos y
costumbres y aproximadamente 70% de la población del estado es gobernada
por autoridades indígenas. En los más de 400 municipios involucrados, la
"autodeterminación comunitaria'' va de la gestión de asuntos locales, de
tierras y recursos comunales, naturales y de la cultura. (Le
Bot, 1998, 29 de marzo: Internet)
Sin embargo, sí
fueron los zapatistas quienes le han otorgado un carácter emancipador,
rebelde, independiente y autogestivo en sus formas de organización. Es
la democracia directa que se practica en las comunidades zapatistas bajo
el principio de “Mandar Obedeciendo”; sobre todo con la creación de las
Juntas de Buen Gobierno, lo que hace diferente al movimiento zapatista.
Como afirma Ramírez (2008: 63) respecto a las construcciones sociales
que lleva a cabo el movimiento, es un ejemplo de las posibilidades
reales de generar espacios, que funcionen y nutran al movimiento: la
construcción de una cultura política democrática participativa y directa
que es producto de la práctica política del mandar obedeciendo como base
de la construcción y fortalecimiento de autonomía y que será el sustento
para el mantenimiento de sus estructuras políticas: Municipios Autónomos
Rebeldes Zapatistas y Juntas de Buen Gobierno.
Con escasos recursos económicos los hombres, mujeres, niños y ancianos
de las comunidades indígenas zapatistas organizan sus escuelas, casas de
salud, hospitales, cooperativas, farmacias, bodegas de comercio, todos
estos proyectos que engloba lo que ellos definen como autonomía. Lo que
se apuesta es el rompimiento de las relaciones con las instituciones de
gobierno, con el poder, sin obligar al pueblo, a la sociedad civil a
organizarse de la forma zapatista; de esta manera, se busca una relación
emancipadora, donde se respete la cultura, el conocimiento tradicional
en una dimensión territorial local.
Las prácticas que ofrecen al mundo decenas de miles de hombres, mujeres
y niños tzotziles, tzeltales, tojolabales, choles, zoques, mames y
mestizos, todos zapatistas, son un laboratorio social de autonomía y
autogobierno que hace que la comunidad internacional, el “primer mundo”
camine junto con los zapatistas, prácticas que se contraponen con la
idea de la democracia representativa que existe actualmente no solamente
en México, sino en el mundo.
Bibliografía(…)
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