¿"Vicentin, un camino
a la soberanía alimentaria"?
¡No!, ¿por qué?
Por Elena Cedrón
Y algunas propuestas:
Ante todo, situémonos en que estamos inmersos en emergencias
social, humanitaria, ecológica y climática. En consecuencia,
urge rumbear hacia la construcción no sólo de unión
plurinacional en Argentina sino sobre todo ir debatiendo la
unión confraternal de todos los pueblos planetarios. Sin
priorizar esta crisis civilizatoria en que el capitalismo
subsume a la humanidad y a toda la vida planetaria, la campaña se
contenta con reestructurar un complejo empresario de burgueses
locales.
Les firmantes de la convocatoria sostienen: "Sólo
una amplia unidad
política del movimiento popular puede generar la condición de
posibilidad para la intervención y la transformación de una gran
empresa en la perspectiva de la soberanía alimentaria". En
contradicción con la última (s.a.), parten de aceptar que sea
intervención en vez de expropiación de Vicentin ,que el
interventor sea Roberto Gabriel Delgado (defensor a ultranza del
binomio indisoluble de transgénicos-agrotóxicos) y la gestión
esté a cargo de YPF agro, según Néstor
Restivo, fundamental para la articulación de todo el
comercio de productos agropecuarios con China
que ha sido clave para la gran expansión del sistema de soja
transgénica y lo seguirá siendo con Cofco,
líder en la integración del enormeaparato
estatal de importaciones y procesamientos de los alimentos de China.
La convocatoria (C) elude que el capitalismo local y el mundializado liquidan la s.a.
Contra la s.a. están los extractivismos por su acelerado
acaparamiento económico territorial, sus envenenamientos y su
destrucción tanto de las comunidades como de las condiciones de
vida y trabajo del presente-futuro. El
gobierno FF los ha librado de cuarentena e incluso facilita su
intensificación, con lo cual patentiza que privilegia la
economía de los grandes capitales por sobre la salud popular.
Examinar, entre todes les diverses de abajo, esta exclusividad
antipopular ayudaría a plantear que 'la' economía en crecimiento
a tasas chinas entre 2002-2007, tan aplaudida por les K, y
vigente desde los '70 es la de las comunidades de negocios de
capitales y estados imperialistas con los locales.
En la convocatoria para posibilitar intervención a Vicentín tampoco se repara en estas incoherencias, concretas, del gobierno FF. Puede que sea por afinidad a Claudio Katz, quien difundió: "la pandemia es una calamidad natural potenciada por el capitalismo contemporáneo. Ya esperábamos que ocurriera algo así".Lo cierto es que la (C) irresponsabiliza al sistema de agronegocios como principal origen de los desequilibrios ecológicos que causan zoonosis (ejemplo Covid-19) y que sea actividad esencial para el gobierno FF. Desatiende que el último, al mismo tiempo, esté acordando con la fundación de Bill Gates (30 de junio de 2020) la agricultura 4.0 o maximización monopólica sobre la producción agropecuaria y la alimentación mundiales mediante la digitalización de los procesos agropecuarios. Son hechos, procesos que prueban como el gobierno FF no es tibio ni es gobierno en disputa.
El sistema imperialista (hegemonizado por EE.UU. y China) de
agronegocios que concentra y centraliza el funcionamiento económico
territorial de Argentina en el Abya Yala: no puede coexistir con la
agricultura campesina e indígena, la arrasará y terminará
esclavizando a las colonias agroecológicas que se constituyan sólo
si hay permiso estatal para ocupar tierras 'fiscales'. Es un
sometimiento de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) a
respetar la propiedad (engendro de expropiaciones de les privados y
del Estado burgués) y a desestimar que la s.a. sólo es posible por
reforma agraria integral. El confinamiento actual ofrece la
oportunidad de debate entre les trabajadores rurales y urbanos, por
ejemplo, sobre arrendamientos y los feudos provinciales (legitimados
por la 'Honorable' Cámara
de Senadores de la
Nación) que
les asfixian a ambos. Les interpela a asumir como perentoria a la
reforma agraria integral para la lucha contra el acaparamiento
oligopólico de bienes comunes sociales y naturales. Ya está en
marcha. La llevan a cabo comunidades Mapuche al recuperar parte de
sus territorios y las comunidades en resistencia a los
extractivismos (urbanos y rurales). Falta que esas comunidades, cada
vez más representativas de sus integrantes, se involucren en
confederarse para afirmar sus respectivas autonomías y sus vínculos
recíprocos con tendencias a humanizar el país, continente y mundo.
El capitalismo agroindustrial y agroalimentario tampoco admite regulaciones fuera de la de los oligopolios dominantes y menos de un estado perteneciente a un capitalismo cada vez más subordinado a las grandes potencias. Aclaremos:
El 6 y 7 de noviembre de 2018 se presentó la Agricultura 4.0 en Argentina, en un gran encuentro titulado Silicon Valley Forum. Participó una de las personas que se perfilaba para ser parte del gabinete en el nuevo gobierno: Gustavo Beliz,, quien entonces llegó como parte del staff del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y se encargó de introducir y presentar lo que será la Agricultura 4.0 en el país junto con distintos organismos oficiales y representantes de los agronegocios a nivel local. En su intervención se reveló la clara visión del movimiento político que pasa a ser oficialismo desde diciembre de 2019, expresado en un discurso de construcción de una Agricultura 4.0 “con justicia social”, por decirlo de alguna manera. Lo interesante del discurso es el uso de conceptos mediante los cuales se está creando la idea de una gobernanza 4.0, un empleo 4.0, entre otros afines.Dijo Gustavo Beliz durante el cierre del evento: “El piloto automático no funciona. Son los Estados quienes deben garantizar un reparto equitativo de los dividendos digitales a partir de un nuevo contrato social tecnológico entre trabajadores, empresarios y gobiernos”.
Traduzcamos las palabras del actual Secretario de Asuntos
Estratégicos de la Nación: en el 'nuevo' capitalismo post
confinamiento se garantizará la coexistencia pacífica entre la
máxima concentración/ centralización económica territorial y la
mayor exclusión/ desigualdad sociales que la primera traerá
aparejada. Será mediante el Estado transnacionalizado que
perfeccionará lo hecho por el gobierno FF a través del Plan
Argentina sin hambre( cuya conducción incluye a Syngenta), el pacto
entre todas las centrales sindicales con las patronales y el
"Compromiso Argentino de Solidaridad" que se da entre la UIA y la
CGT. Su función será conciliar, por
la razón o por la fuerza, a
les oprimides con les opresores. Pues no hay clima de negocios si el
sistema no bloquea la lucha de clases.
La convocatoria (C) da vuelta la página a la historia y
funcionamiento del capitalismo local
En
efecto, la (C) apunta a
"los
dueños del agronegocio" que
pretenden"
retomar
el rumbo de la extranjerización de la firma".
Olvida o desconoce que los gobiernos constitucionales desde 1984
fueron garantizando y promoviendo al bautizado (por la dictadura
genocida del contubernio de elites imperialistas con las locales)
como proceso de
reorganización nacional y
que Rodolfo Walsh nos anticipó como miseria
planificada. Recordemos que esos dueños o poderes fácticos
fueron naturalizados como tales por la democracia no antagónica a
los terrorismos paraestatal y estatal de mediados de los '70. Al
contrario, los encubrió (guardando archivos) además de conservarlos
en el Estado represor (judicial, legislativo y de fuerzas armadas,
policiales e inteligencia). Lo hizo y hace porque el capitalismo
local se desarrolló/a como transnacionalización económica
territorial e institucional tanto estatal como paraestatal.
Implicó/a la acelerada acumulación gran capitalista de riquezas y de
poder expoliador tanto de los trabajadores y pueblos de Argentina
como de la naturaleza.
Es decir, de modo 'democrático' las
transnacionales invadieron y ocuparon a Argentina. Para remate de
modo 'democrático' los pueblos de Argentina se ven forzados a
subsidiarlas condenando a la mitad de su niñez a sufrir pobreza e
incluso miseria. En medio de la pandemia se privilegia a las
petroleras guerreristas e imperialistas por sobre las necesidades
básicas de las grandes mayorías. Ante tamaña injusticia social, un
desafío es construir contrahegemonía cultural e ideológica que
deconstruya abajo y a la izquierda, por ejemplo, si los inversores
son ineludibles para la economía mirando a necesidades e intereses
populares y
si lo esencial de la última es exportar porque ha conducido a la reprimarización y
mayor dependencia del país.
La (C) señala respecto a Vicentin: "Quebró y no paga y muchas denuncias de contrabando, triangulación, evasión impositiva, empresas off shore evidencian una operatoria delictiva.
La estafa de Vicentin es contra el pueblo de la Argentina. El
grupo hizo negocios y acumuló excedentes y patrimonio con fondos
públicos, del Banco de la Nación, de otras entidades financieras
públicas y de organismos de recaudación, incurriendo en el delito de
evasión y elusión fiscal. Se trata de un accionar asociado a la
extranjerización y al amparo de un modelo productivo que promueve el
agro negocio de exportación en beneficio de la transnacionalización
de la economía".
No entiendo que, encabezando la convocatoria, economistas denuncien
a Vicentin por comportarse conforme al funcionamiento del
capitalismo y de su Estado al menos en Argentina. Traigamos a la
memoria:
15 de marzo de 2016
Los hechos: pantallas jurídicas offshore regidas por el Estado de Nueva York
El supuesto acuerdo entre YPF y Chevron fue firmado el 16 de julio
de 2013 tras muchos meses de negociación. Pero, al revisar la
documentación, lo primero que salta a la vista es que en el
contrato de explotación sobre
el área Loma Campana, Chevron
no figura: la concesión se reparte en partes iguales entre
YPF S.A. y la ignota Compañía de Hidrocarburo No Convencional SRL
(en adelante CHNC). ¿Qué es CHNC? Un “tercer actor” que, si bien es
propiedad de YPF, la empresa no controla. Creada días previos a la
firma del contrato, CHNC
es el nudo del acuerdo ya que es la pantalla por la cual Chevron
operaría.(...)
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27 de septiembre de 2016
Martín Guillermo Álvarez, integrante del Observatorio Petrolero Sur destaca: “El
acuerdo es un hecho histórico, porque viene a decantar todo un
proceso donde Argentina decide enmarcarse lo que es esta locura
de extracción de hidrocarburos no convencionales con el método de
fractura hidráulica, más conocido como fracking”, explicó
Martín
Estados Unidos era el único país donde se explotaba de manera
masiva, y lo que permitió este acuerdo es que comience la
explotación de los hidrocarburos no convencionales en escala masiva
en Argentina, posicionándolo como el segundo país.
“Uno cuando veía todas las condiciones que se estaban dando en
el contrato, veía que en función de hacer que el hidrocarburo fluya,
de poderse hacer de esas rentas, de esas regalías y poder revertir
ese problema que se tiene todavía con la demanda gasífera, todo eso
hacía que uno se encuentre o se vea ante el preludio de una nueva
entrega o un nuevo saqueo”, reflexionó el integrante del
Observatorio y agregó que “decimos nueva entrega porque venimos
de un proceso que duró desde fines de los 90 hasta el 2005, de una
explotación despiadada sin ningún tipo de inversión de los recursos
convencionales, que termina con Repsol expropiada por no haber
invertido y explotado y haber generado hasta desinversión”.
El caso de Ecuador es una clara muestra de los daños que produjo
Chevron a la región. La empresa debe pagar 9.500 millones de
dólares debido al alto nivel de contaminación y muertes que generó,
destinados a remediar los pueblos de la Amazonia Ecuatoriana, donde
dejó, entre otras consecuencias, lagunas de petróleo.
“En
Argentina se generó lo que se dio como embargo a la empresa a través
de la Procuraduría de Gils Carbó y a través de la Corte se le dio el
desembargo. La Corte lo que dice es ‘Chevron no es Chevron’, es
decir Chevron en Argentina es una subsidiaria que no es Chevron
Corporation. La impunidad que se le generó a la empresa la blindó
para que puedan andar por el mundo mostrando este desembargo. Y
este desembargo lo firmó la Corte y es un fallo que tiene un peso
jurídico importante”.
(...)
En el sistema de la deuda externa pública abundan ejemplos de ese
comportamiento delictivo contra los pueblos de Argentina. Permítanme
una larga cita para recordar hasta dónde llega la perversión de la
legitimación de esos desfalcos. Lavaca entrevista
a Alejandro Olmos Gaona (10-01-2006) y le pregunta:
(...)¿Qué
es lo que se pagó al FMI?
Esta deuda se origina en el famoso Blindaje financiero contratado por el ministro de Economía, José Luis Machinea, durante el gobierno de Fernando de la Rúa. El Fondo Monetario nos prestó en ese momento 12.449 millones de dólares, de los 40.000 que integraban el Blindaje. Y esa plata fue íntegramente fugada de la Argentina -junto con otro dinero- por 520 empresas. Esto lo determinó una comisión de investigación de fuga de capitales de la Cámara de Diputados, presidida por el legislador justicialista Nicola, después de analizar un informe de 90 bancos. Se estableció que la plata que llegó del Fondo así como vino, se fue.
¿Usted lo dice en sentido figurativo o habla de los mismos billetes?
Los mismos billetes. Curiosamente, esto es información oficial de 90 bancos. Es lo que está registrado en los papeles, seguro debió haber habido mucho más. La oficina de Evaluación Independiente del FMI emitió un dictamen estableciendo que el Fondo sabía que la plata llegaba al país y se iba. Y la carta constitutiva del FMI prohíbe expresamente hacer ese tipo de préstamos. Sin embargo, también fue a pedido del Fondo Monetario que el entonces presidente Eduardo Duhalde derogó la ley de Subversión Económica, que es la que le hubiera permitido al Estado accionar penalmente contra estas empresas. Pero los delitos siempre dejan sus huellas. Estas empresas -entre las que se encuentran Pecom, Telefónica Argentina, Repsoll-Ypf, las empresas del grupo Macri, IBM, etcétera-, declararon ganancias en la AFIP y pagaron impuestos por 2.500 millones. Es decir, no van a poder explicar porque se llevaron 16.000 millones. Por eso, inicié una denuncia por defraudación al Estado y evasión penal agravada contra estas empresas. También contra ciudadanos comunes, como Carlos Melconian, donde pido que se investigue por qué se llevó dos millones y pico de dólares. Entonces tenemos, por un lado, el delito de evasión fiscal, y por el otro que el FMI transgrede su propia Carta Orgánica y, finalmente, al Estado que no le interesa que se haya cometido un delito y decide igualmente pagarle al Fondo. (...)
Esta deuda se origina en el famoso Blindaje financiero contratado por el ministro de Economía, José Luis Machinea, durante el gobierno de Fernando de la Rúa. El Fondo Monetario nos prestó en ese momento 12.449 millones de dólares, de los 40.000 que integraban el Blindaje. Y esa plata fue íntegramente fugada de la Argentina -junto con otro dinero- por 520 empresas. Esto lo determinó una comisión de investigación de fuga de capitales de la Cámara de Diputados, presidida por el legislador justicialista Nicola, después de analizar un informe de 90 bancos. Se estableció que la plata que llegó del Fondo así como vino, se fue.
¿Usted lo dice en sentido figurativo o habla de los mismos billetes?
Los mismos billetes. Curiosamente, esto es información oficial de 90 bancos. Es lo que está registrado en los papeles, seguro debió haber habido mucho más. La oficina de Evaluación Independiente del FMI emitió un dictamen estableciendo que el Fondo sabía que la plata llegaba al país y se iba. Y la carta constitutiva del FMI prohíbe expresamente hacer ese tipo de préstamos. Sin embargo, también fue a pedido del Fondo Monetario que el entonces presidente Eduardo Duhalde derogó la ley de Subversión Económica, que es la que le hubiera permitido al Estado accionar penalmente contra estas empresas. Pero los delitos siempre dejan sus huellas. Estas empresas -entre las que se encuentran Pecom, Telefónica Argentina, Repsoll-Ypf, las empresas del grupo Macri, IBM, etcétera-, declararon ganancias en la AFIP y pagaron impuestos por 2.500 millones. Es decir, no van a poder explicar porque se llevaron 16.000 millones. Por eso, inicié una denuncia por defraudación al Estado y evasión penal agravada contra estas empresas. También contra ciudadanos comunes, como Carlos Melconian, donde pido que se investigue por qué se llevó dos millones y pico de dólares. Entonces tenemos, por un lado, el delito de evasión fiscal, y por el otro que el FMI transgrede su propia Carta Orgánica y, finalmente, al Estado que no le interesa que se haya cometido un delito y decide igualmente pagarle al Fondo. (...)
¿No nos liberamos de la deuda?
Esto que se pagó representa apenas el 9 por ciento de la deuda global del país. Claro, resulta que el Fondo es una especie de niño malo y la gente cree que nos liberamos de él. Pero no nos liberamos nada. Porque la Argentina es miembro del FMI y eso la hace sujeta a sus auditorias anuales, por más que no le deba un peso. Además, va a seguir presionando para se arregle la situación con los bonistas que no ingresaron al Canje. También va a presionar para que la Argentina arregle sus cuentas con el Club de París, con el Banco Mundial, con el Banco Interamericno de Desarrollo…
El argumento oficial es que con la deuda saldada no habrá posibilidad de extorsión.
No habrá extorsión a través de la Deuda, pero si presiones políticas y diplomáticas, que se manejan al más alto nivel. La Argentina podrá decir que no le debemos un peso, pero el FMI contestará que como miembro del organismo el país debe respetar determinadas pautas y que el Fondo es el encargado de monitorear su cumplimiento todos los años. Lo extraño de todo esto, por usar una palabra muy débil, es cómo el Poder Ejecutivo, teniendo elementos concretos para no pagar, debido a las grandes sospechas de ilegitimidad –denuncia y sentencia en la justicia penal, incluidas- no dice nada y paga.
Si lo que se le pagó al Fondo es lo recibido por el Blindaje, ¿quiere decir que se pagó lo que algunos denominan deuda nueva?
Mi padre inicia la causa sobre la Deuda en el 82 y el trámite judicial demoró 18 años. Recién en el 2000 el juez Jorge Ballesteros emite un fallo donde plantea la ilicitud de la deuda y habla de la responsabilidad del Fondo en ese ilícito. No obstante, esa Deuda se siguió pagando y refinanciando. Los economistas hablan de dos deudas, la de la dictadura y la nueva. Hay que aclararlo. La Argentina del 92 en adelante tuvo superávit en sus cuentas, pero ese superávit se convertía en déficit cuando se agregaban los montos de deuda que había que pagarle anualmente al Fondo, al Club de París y a las entidades financieras particulares. Ese déficit, a su vez, era cubierto con emisión de nueva deuda. ¿Qué quiere decir? Que esa emisión de nueva deuda era motivada por el déficit producido por esa deuda ilícita. La deuda nueva era consecuencia de la vieja. Si el Fondo nos prestaba plata para pagarle una deuda que era ilícita, esta nueva deuda con el Fondo es tan ilícita como aquella.
Usted quiere decir que está viciada en su origen
En La deuda odiosa, mi último libro, hago un planteo jurídico novedoso. Tomo como base la legislación sobre derechos humanos que plantea que los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles y señalo que el delito de la Deuda Externa es de ejecución continuada. ¿Por qué? Porque continúa a través del tiempo, a través de las refinanciaciones y acuerdos que se hacen. Yo no enfrento este problema desde el punto de vista económico, sino desde el punto de vista del derecho. Si uno tiene un problema con otra persona, va a dirimirlo a Tribunales. Si uno tiene un problema con el Estado, lo mismo. Si un país tiene un problema con otro, también. Parece que el tema de la deuda, no. La deuda está inmersa en un sector privilegiado donde no la alcanza el orden jurídico ni los principios fundamentales del derecho internacional público. Se puede hacer una gran estafa con la deuda y no es judiciable(...)Leer
Esto que se pagó representa apenas el 9 por ciento de la deuda global del país. Claro, resulta que el Fondo es una especie de niño malo y la gente cree que nos liberamos de él. Pero no nos liberamos nada. Porque la Argentina es miembro del FMI y eso la hace sujeta a sus auditorias anuales, por más que no le deba un peso. Además, va a seguir presionando para se arregle la situación con los bonistas que no ingresaron al Canje. También va a presionar para que la Argentina arregle sus cuentas con el Club de París, con el Banco Mundial, con el Banco Interamericno de Desarrollo…
El argumento oficial es que con la deuda saldada no habrá posibilidad de extorsión.
No habrá extorsión a través de la Deuda, pero si presiones políticas y diplomáticas, que se manejan al más alto nivel. La Argentina podrá decir que no le debemos un peso, pero el FMI contestará que como miembro del organismo el país debe respetar determinadas pautas y que el Fondo es el encargado de monitorear su cumplimiento todos los años. Lo extraño de todo esto, por usar una palabra muy débil, es cómo el Poder Ejecutivo, teniendo elementos concretos para no pagar, debido a las grandes sospechas de ilegitimidad –denuncia y sentencia en la justicia penal, incluidas- no dice nada y paga.
Si lo que se le pagó al Fondo es lo recibido por el Blindaje, ¿quiere decir que se pagó lo que algunos denominan deuda nueva?
Mi padre inicia la causa sobre la Deuda en el 82 y el trámite judicial demoró 18 años. Recién en el 2000 el juez Jorge Ballesteros emite un fallo donde plantea la ilicitud de la deuda y habla de la responsabilidad del Fondo en ese ilícito. No obstante, esa Deuda se siguió pagando y refinanciando. Los economistas hablan de dos deudas, la de la dictadura y la nueva. Hay que aclararlo. La Argentina del 92 en adelante tuvo superávit en sus cuentas, pero ese superávit se convertía en déficit cuando se agregaban los montos de deuda que había que pagarle anualmente al Fondo, al Club de París y a las entidades financieras particulares. Ese déficit, a su vez, era cubierto con emisión de nueva deuda. ¿Qué quiere decir? Que esa emisión de nueva deuda era motivada por el déficit producido por esa deuda ilícita. La deuda nueva era consecuencia de la vieja. Si el Fondo nos prestaba plata para pagarle una deuda que era ilícita, esta nueva deuda con el Fondo es tan ilícita como aquella.
Usted quiere decir que está viciada en su origen
En La deuda odiosa, mi último libro, hago un planteo jurídico novedoso. Tomo como base la legislación sobre derechos humanos que plantea que los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles y señalo que el delito de la Deuda Externa es de ejecución continuada. ¿Por qué? Porque continúa a través del tiempo, a través de las refinanciaciones y acuerdos que se hacen. Yo no enfrento este problema desde el punto de vista económico, sino desde el punto de vista del derecho. Si uno tiene un problema con otra persona, va a dirimirlo a Tribunales. Si uno tiene un problema con el Estado, lo mismo. Si un país tiene un problema con otro, también. Parece que el tema de la deuda, no. La deuda está inmersa en un sector privilegiado donde no la alcanza el orden jurídico ni los principios fundamentales del derecho internacional público. Se puede hacer una gran estafa con la deuda y no es judiciable(...)Leer
La convocatoria (C) finaliza
explicando:
Hace falta una campaña popular para denunciar lo que representa el
caso Vicentin y la maniobra de encubrimiento de la gran corrupción,
asunto desplegado por los principales medios de comunicación y la
derecha política, que en definitiva buscan otra “125”.
Los poderosos quieren impedir la intervención o atarla de manos para
seguir manejando el concurso de acreedores y de esa forma abrir el
camino al desguace o extranjerización, incluso la “argentinización”
a favor de grupos concentrados.
Lo que necesita el país es Vicentín “pública, no estatal con control
social”.
(...)
Los firmantes nos comprometemos en una campaña que estimule el
debate público y la movilización social. Es el paso inicial para
intervenir en la discusión del modelo productivo y de desarrollo a
favor de la mayoría social empobrecida.
Pregunto porqué construir la urgente e imprescindible unión de las diversidades de abajo de Argentina para reconvertir a Vicentin y no para reorganizar otra sociedad mundo mirando por la soberanía alimentaria. Pregunto porqué postergar aún más el debate público y la movilización social que ha sido impuesto por nuestro confinamiento con la excusa de protegernos del Covid-19, al menos a mí me chocó que hubiese solución por desconfianza en las alteridades y comunalidades. Positivo fue que, al confrontar con su exclusión, las barriadas de los desposeídos totalmente por el capitalismo (oficializadas como vulnerables) llevaran a la práctica a esa esencia humana. Lo mismo se dio en pequeñas localidades de las provincias.
Quienes firman la (C) dicen: nos comprometemos en una campaña que estimule el debate público y la movilización social. Les diverses de abajo no necesitan ser estimulados. Son muchas las reflexiones, experiencias e ideas de la gran mayoría ante la pandemia y por destapar en qué grave emergencia social y humanitaria estamos y no sólo por los cuatro años del gobierno de Macri ya que hubo complicidad del Partido Justicialista y todo el Frente para la Victoria. Pienso que ustedes, compas, pecan de paternalistas o de vanguardistas. De ahí que organicen una campaña en vez de la multiplicación de espacios en común tanto para deliberar como para decidir qué y cómo hacer las transformaciones estructurales de solución a los problemas fundamentales de Argentina y el Abya Yala.
Pronostican que únicamente la intervención de Vicentin habilitará la
posibilidad de discutir el modelo agrario para pensar en términos de
soberanía alimentaria. Están
ustedes muy alejados del drama y la lucha-autoorganización de
pueblos fumigados, de los médicos de pueblos fumigados y de
asambleas socioambientales y otras autoorganizaciones populares.
Apreciemos que el año pasado se dio ese encuentro en mancomún con el
de agroecología. Encuentro
de Pueblos Fumigados: En busca de otro modelo de producción En
esa lucha también está la Unión de Científicos Comprometidos con la
Sociedad y la Naturaleza y periodistas como Darío Aranda.
La «soberanía alimentaria» es incompatible con una empresa pública
Ya que será posible por lucha antilatifundista, anticapitalista, antirracista, antipatriarcal. Y demanda pensamiento decolonial en una creciente mayoría para incorporar su protagonismo conciente en desmercantilizar las relaciones sociales e interpersonales, desprivatizar y desestatizar a los bienes comunes tanto sociales como naturales. En simultáneo, es crucial ir suscitando su apoyo e identificación con subjetividades colectivas cuyas singularidades han emergido o emerjan de contraponerse a las normativas e instituciones capitalistas y feudales.
Aún más, la «soberanía alimentaria» no puede coexistir con los extractivismos que han impuesto y consolidan la contrarreforma agraria del capitalismo mundializado. La s.a. cuida por las necesidades, culturas y aspiraciones locales. En consecuencia, es de decrecimiento y no de gran escala en contraposición con el sistema de agronegocios.
Es obra de comunidades que han adquirido autonomía del Capital
Estado por recuperar el tejido que produce su respectiva vida social
y luchar hasta construir la reforma agraria popular e integral.
Esta, por supuesto, resultará de la confederación de todas las
comunidades mirando hacia posibilitar que los respectivos pueblos
del país, del Abya Yala y del mundo creen sus respectivos «buenos
vivires» que nada tienen que ver con el ficticio y
cosificado-cosificante bienestar social de la sociedad de consumo.
Los «buenos vivires» son armonías a entablar de manera constante
(no de una vez para siempre) por
les diverses, que comparten un territorio-comunidad, entre elles,
entre las otras comunidades y con la naturaleza del lugar en
interacción con el contexto y perspectivas de la región, el
continente y el mundo.
Los «buenos vivires» y la reforma agraria integral que los viabiliza implican poner fin al capitalismo que monopoliza los bienes comunes de la humanidad y expropia la capacidad humana de trabajo hasta el extremo actual de arrasar la Amazonía, El Impenetrable y otras selvas, bosques que son paradigmas de milenios de coevolución de los pueblos indígenas en hermanamiento laboral espiritual con les otres componentes de sus ecosistemas. Todavía más, esas biodiversidades optimizadas establecen equilibrios ecológicos de trascendencia planetaria y se refuerzan con los otros biomas. La heterogeneidad de las ecorregiones es fundamental para la vida humana y no humana de la Tierra. El capitalismo las está uniformando y artificializando sin importarle conducir a la extinción de casi todas las especies y por tanto de la subespecie humana. De ahí que tanto la reforma agraria integral como la soberanía alimentaria requieran del establecimiento de estrechas relaciones con los pueblos originarios y de las comunidades rurales con las urbanas sin fronteras geográficas ni muros racistas ni discriminaciones de otros tipos. Por supuesto, también exigen eliminar las privatizaciones de los bienes comunes.
La construcción de contrahegemonía cultural e ideológica que nos
libere de ser subalternos
Antes de multiplicar espacios en común a lo largo y ancho del país-continente para tomar decisiones (previamente deliberadas) desde las luchas por justicia social humanitaria en comunión con las que se dan por justicia ecológica climática: precisamos, abajo y a las izquierdas consecuentes, compartir un lenguaje que permita la comprensión mutua. En efecto, Carlos del Frade manifiesta en la nota“La intervención es fundamental para sacarnos de encima a los corruptos de Vicentin y del Estado” (dejemos de lado que sólo la gran corrupción de Cristina Fernández explica, por ejemplo, su veto a la ley de glaciares y su promoción de la legitimación de Monsanto):“Estamos discutiendo sistema financiero, sistema exportador, y como dijo el presidente de la Nación en forma indirecta, la soberanía alimentaria. Trece agroexportadoras se quedan con lo que produce la Argentina. El negocio de la agroexportación es la principal arteria que alimenta el corazón de la economía argentina. Diez de esas trece son extranjeras. Si perdemos Vicentin, que es la primera, perdemos cualquier tipo de participación estatal para defender la riqueza nacional”. De modo que no cuestiona al sistema de agronegocios y como en la 125, los dos bandos pelean por quienes se quedan con las divisas. Por eso Carlos del Frade coincide con Gustavo Grobocopatel, Fernando "Chino" Navarro y Enrique Palmeyro que han sido destinados a legitimar los cambios proyectados en la actividad agropecuaria de Argentina y Brasil desde el sistema mundo capitalista. Explico esa coincidencia después de tratar la aclaración de porqué A.Fernández dirige la atención sobre la soberanía alimentaria y sobre la humanización del capitalismo. No es por ingenuidad, como razona Claudio Katz, sino que ejerce la demagogia actual de cooptar suscitando esperanzas e identificaciones aprovechando el desconocimiento mayoritario sobre esas realidades deseadas.
Situémonos en que
el Covid-19 se origina por avasallamiento de la naturaleza y su
mayor contagiosidad-mortalidad se da entre les desposeídos de todo
por el capitalismo a través principalmente de los extractivismos.
Sin embargo, la gran mayoría de nosotres no rechaza que el gobierno
de Alberto Fernández y Cristina Fernández deje sin cuarentena tanto
a la devastación como al envenenamiento a gran escala y justifique
que son actividades esenciales. Tampoco que las promueva y subsidie
de modo directo (como a las poderosas petroleras imperialistas) e
indirecto, por ejemplo, el gratuito consumo gigantesco de agua y
energía que, a la vez, expropia esos derechos básicos a las
comunidades locales. Sucede que, en simultáneo a planificarlas y
facilitar su ejecución, modela el amplio consenso a esa expoliación
antidemocrática y contraria al presente-futuro tanto de la vida como
del trabajo en el país-continente.
Para ese consenso intercede
en impedir reflexiones y discusiones ante la actual emergencia
económica y ecológica-sanitaria. En efecto, la pandemia y los
proyectos postpandemia desde los poderes globales y locales deberían
interpelarnos, a los diversos pueblos de Argentina y el Abya Yala, a
comprometernos en generalizar el análisis sobre cómo el sistema
mirando en exclusivo por el PBI o el crecimiento competitivo en
rentabilidad del gran capital nos condujo a la actual situación de
impotencia frente al Covid-19 sobre todo por empobrecimiento
mayoritario y desmantelamiento de la salud pública. Ya Rodolfo
Walsh, en su carta a la junta militar, nos anticipó la miseria
planificada que procuraba el contubernio de capitales y estados
imperialistas con los locales para después de haber concretado el
triunfo sobre la lucha
de clases mediante desaparición forzada de dirigencias sociales y
políticas de las izquierdas que, en el penal de Rawson(1972),
demostraron su unión (en diversidad) contra el capitalismo e
imperialismo por la patria socialista.
Pero todos los gobiernos constitucionales desde Alfonsín hasta hoy no sólo hicieron centro en el funcionamiento económico que estableció el poder real mediante la dictadura genocida para la acelerada transnacionalización de Argentina. Sino también modelaron el consenso para la gobernabilidad de esa creciente desigualdad e injusticia social. Y cuando la democracia restringida entró en crisis de representación social el kirchnerismo (o PJ actualizando sus dones camaleónicos) y la mayoría volviendo las espaldas a nuestres hermanes de la provincia de Santa Cruz: viabilizaron la recomposición de la gobernabilidad del capitalismo local del mundializado. Y desde agosto de 2019 (otra vez la mayoría acató discursos desde la casta política), mientras dejaba que el gobierno de Macri completara su ataque nefasto a les trabajadores y los pueblos de Argentina, Alberto Fernández se esforzó por la paz social de los súper negocios gran capitalistas, mediante un pacto con las centrales de trabajadores y el plan de Argentina sin hambre que comparten el objetivo principal de conciliar las mayorías con las corporaciones expoliadoras.
En febrero de 2020 el gobierno comenzó a realizar foros
multisectoriales con la oposición para combatir la "grieta" y
resolver los problemas "micro" que tienen las provincias. Dentro de
esta ruta emerge "Argentina Armónica" es el nombre del programa que
encabeza el secretario de Relaciones Parlamentarias de la Nación,
Fernando "Chino" Navarro.
En junio 2020 Gustavo
Grobocopatel, Fernando
Chino Navarro y Enrique Palmeyro presentan un documento titulado Una
Argentina armónica cuyo
tema medular es la agricultura industrial que prometen convertirla
en "capitalismo verde" y éste es otro objeto de deseo que manipulan
para ampliar consenso.
El documento plantea
hacer cambios centrados en atender necesidades humanas y un Estado
regulador de los monopolios dando por sentado que los monopolios son
compatibles con la democracia socioeconómica y política cultural.
Habla de capitalismo verde que dialogue con la naturaleza pero, en
contradicción, mantiene los roles conflictivos con la armonía
socioecológica. Dice: “Esta
nueva modalidad de organización (sea que se denomine «capitalismo»,
«sustentabilismo» o de otro modo) requiere de
renovados liderazgos y organizaciones
transparentes, orientadas a satisfacer sus múltiples grupos de
interés -
clientes, proveedores, talentos, inversores, sociedad-, dispuestas a
crear bienes públicos e interactuar con el sector publico
construyendo una sociedad del siglo XXI. La sublimación de la
relación publico/ privado está en esa búsqueda colectiva. El modo de
organización de la producción y los servicios que surja requiere a
trabajadores, con vocación de emprendedores, con el entusiasmo que
los convierte en protagonistas comprometidos, dispuestos a aprender
y transformarse. (…)Las oportunidades hay en la agroindustria. El
PEA2020 indica que se pueden exportar US$ 30.000 millones por año
más con el crecimiento de la agricultura, su transformación en
productos industriales y las economías regionales. El PBI podría
incrementarse un 100% en 10 años generando masiva creación de
trabajo en el ecosistema con una regulación inteligente”. En
suma, conserva la normalidad previa a la pandemia, cuya causa
principal es el PEA2020.
El Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial rige desde
2010(PEA2020) ha beneficiado a la concentración económico
territorial de oligopolios que dominan al sistema global de
agronegocios y Gustavo Grobocopatel es un protagonista principal en
el local-regional (República
Unida de la Soja). El PEA2020 deforesta, desertifica, contamina
los subsistemas vitales del planeta(suelo, agua, aire,
biodiversidades) y a las poblaciones directa e indirectamente
multiplicando muertes (por asesinatos y enfermedades). Lleva a cabo
etnocidios y genocidios invisibilizados, sobre todo, por racismo.
También la expansión de los monocultivos de transgénicos exige
intensificar el uso de agrotóxicos y fertilizantes derivados del
petróleo, el uso de las tierras para agrocombustibles y forraje en
vez de destinarse a la producción de los alimentos. Genera desempleo
masivo al destruir las economías regionales, al desalojar a
comunidades campesinas e indígenas que migran a malvivir en las
villas miseria y por tecnología agroindustrial casi sin mano de
obra. Profundiza la pobreza estructural, el hambre y la
malnutrición.
Que ese proyecto gubernamental-empresario no mira hacia otro
capitalismo, por cierto imposible en nuestra época, lo prueba que
señala: "El
crecimiento
no se sostiene si no fortalecemos 3 patas: la exportación,
la satisfacción de las necesidades internas y la inversión”.
Como es habitual en la modelación de consenso a la acumulación gran capitalista que,para remate, se la considera "la" economía, el documento hace referencia a la satisfacción de las necesidades internas que es incompatible con las otras dos patas. Sólo se la señala para justificar la gran escala que por serlo es destructiva en extremo y para justificar el dominio de los oligopolios locales e imperialistas y subimperialistas. Por eso, oposición y oficialismo se ponen de acuerdo.
Cuando propongo construir contrahegemonía cultural e ideológica
pienso en que todes les diverses de abajo hemos adquirido hábitos
conductuales e intelectuales en conformidad con nuestra adaptación
cotidiana al capitalismo y tampoco nuestra concepción de vida y
mundo corresponde a nuestra condición de persona o colectivo en
ejercicio de autonomía. El Foro
por un programa Agrario, Soberano y Popular me
permite ilustrar lo anterior:
Según plantearon desde el Foro, uno de los objetivos principales de la expropiación debe ser el de evitar una mayor concentración del mercado cerealero, fuertemente dominado por empresas extranjeras transnacionales.
También expresaron que «esta intervención estatal deberá bregar por
un modo de producción diferente, con Soberanía Alimentaria,
sustentable e inclusivo, que cuide las divisas que tanto cuestan al
país, y que mejore la inserción de PyMEs, agricultores familiares,
campesinos y comunidades indígenas en el Comercio Exterior».
“A la empresa Vicentín del Agronegocio, hay que transformarla en la
Empresa Pública que sirva de palanca para la Soberanía Alimentaria y
que contribuya a terminar con las distorsiones del sector
concentrado, regulando la provisión interna y las variaciones de los
movimientos de precios”,
afirmaron dirigentes campesinos que conforman el Foro.
Comprobamos que su visión corporativa o de defensa de su sector
dentro del capitalismo, les lleva a interesarse por ser
incluidos en el negocio de la agroexportación más que por la soberanía
alimentaria. Se desentienden de los extractivismos que arrasan tanto
comunidades como los subsistemas vitales de la naturaleza. No les
importa las crecientes pobreza estructural, enfermedades, luchas
populares contra las emergencias social humanitaria y ecológica
climática. Tienen la falsa conciencia que se salvarán mejorando su
posición en el sistema que hoy es un sistema mundo con bloqueo
totalitario a las soberanías nacional, popular, alimentaria,
energética, hídrica, etc.. Se despreocupan de cómo el gobierno FF
está garantizando esa mayor monopolización de la producción
agropecuaria y de la exportación.
Para peor se equivocan que la
exportación sea compatible con la soberanía alimentaria y con el
respeto al funcionamiento ecológico. Tampoco reparan que genera
pobreza, hambre, malnutrición.
Coincido con Juan
Guahán en "la
necesidad de un nuevo sujeto económico y –fundamentalmente- de un
reordenamiento territorial.
Allí, partiendo desde el principio que la tierra es para el que la trabaja, es posible avanzar hacia una profunda desconcentración de la propiedad de la tierra y de la población de las grandes urbes. Al mismo tiempo crecer industrialmente a través de un encadenamiento productivo en manos de los sectores populares organizados.
Ello permitiría asociar largos procesos que van desde la producción de las semillas hasta la elaboración de alimentos listos para consumir, por fuera de los modelos actualmente vigentes. (...)
Los Estados –en transformación- no podrán permanecer ajenos a esta perspectiva pero los grandes protagonistas, los sujetos de estas posibilidades son las propias expresiones del pueblo económica, social y políticamente organizado.
Todo esto supone generar las condiciones para crear, desde abajo, las bases de un nuevo modelo que no esté regido por las actuales reglas del mercado y la ganancia, características del decadente mundo actual".
Agrego, como tarea de la construcción de contrahegemonía cultural e
ideológica, el viraje de la creencia de una creciente mayoría en que
el Capital o la empresa crean trabajo cuando lo real y efectivo es
que el Capital existe sólo si expolia a les trabajadore/as.
En fin, otro cuestionamiento a la cultura e ideología subyugadoras es que no siempre las mayorías se posicionan del lado de sus necesidades e intereses ni lo que les parece más seguro para alcanzar los fines propuestos, les permite conseguirlos y al revés, el emprendimiento concluye en que reconocen haber sido engañadas. Pensemos que, con mucha prensa y cierto poder económico e institucional y desde ser sujeto de la agricultura, el Foro Agrario está desviando la puesta en práctica de lo que debería ser su proyecto al indicar: "Vicentin, un camino a la soberanía alimentaria". Sin embargo, de modo casi silenciado e invisibilizado, encuentros virtuales interregionales de Nodos de Consumo Agroecológico entablan los vínculos ineludibles a la soberanía alimentaria e independencia del Mercado. Entrelazan un verdadero espacio barrial de re-conexión con la tierra, puentes entre campo-ciudad y transformaciones sociales.
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