Sector externo y deuda externa
20 de marzo de 2016
En otras entradas y en algunas respuestas en
Comentarios sostuve que el no pago de la deuda externa, si no
está enmarcado en un programa de medidas de conjunto, no resuelve los problemas fundamentales del capitalismo
argentino: el atraso tecnológico, la baja productividad relativa de la
economía, la fuga de capitales y la no reinversión del excedente. Además,
planteé que en la medida en que no se supere esta situación, la deuda va a
permanecer. Y van a producirse, periódicamente, crisis vinculadas a la
situación externa.
(…)
Deuda pública total y continuidades
A lo reseñado sobre el informe del INDEC,
sumamos otros datos relevantes para el análisis económico y político.
En primer lugar,
hay que tener presente que la deuda
externa es sólo una parte de la deuda total. Según datos que
proporciona el Ministerio de Economía, la deuda pública total al 30/09/15 era
de US$ 239.959 millones, el 43% del PBI (incluye la deuda con BODEN 15, ya que
su cancelación se produjo días después del cierre del trimestre; pero no incluye la deuda con los holdouts). El 61% de esa
deuda se mantiene con agencias del sector público; básicamente ANSES (o sea,
seguridad social), BCRA y Banco Nación.
La
contrapartida, por supuesto, son las bajísimas jubilaciones y pensiones, y las
carencias en la atención de la salud de los jubilados; como el grave deterioro
del activo del BCRA, que se refleja en la caída del respaldo de la
moneda. Más aún, la ANSES no sólo financió al sector público sino también
la intervención en el mercado cambiario. En muchas ocasiones la compra/venta de
títulos soberanos por parte de la ANSES contuvo la escalada del tipo de cambio
contado con liqui, pero a costa de deteriorar gravemente su patrimonio.
En segundo término,
el endeudamiento ha estado aumentando de forma sistemática a partir de que no
se pudo seguir fondeando al Tesoro con el BCRA y la ANSES. Todavía
en 2014 casi dos tercios del déficit fiscal global se financiaron con préstamos
del BCRA. Para financiar el resto el Tesoro colocó deuda en bonos, en pesos y
en dólares, por un total de US$4700 millones. En 2015 siguió aumentando el
endeudamiento; desde el 31 de diciembre de 2014 al cierre del tercer trimestre
de 2015 la deuda pública total se incrementó en US$ 8.051 millones
(Mecon). Incluso se siguió colocando deuda bajo legislación extranjera, y
altísima tasa de interés. Para dar un ejemplo
por fuera del Gobierno nacional, en junio de 2015 la provincia de Buenos Aires
emitió deuda por US$ 500 millones en un bono con legislación Nueva York y
rendimiento 10,35% (razón por la cual hoy el gobernador Daniel Scioli y su
ministra de Economía, Silvina Batikis, son reconocidos líderes del progresismo
antiimperialista nac & pop).
En tercer lugar,
la situación se ha prolongado con el nuevo Gobierno. El 29 de enero pasado se
concretó el crédito puente de siete bancos internacionales por US$ 5000
millones, a una tasa del 6,8%, aproximadamente (Libor + 6,15) para aumentar las
reservas del Banco Central. Significativamente, no fue obstaculizado por los
tres directores del Central que responden al ex ministro Kicillof. De esta
manera las reservas pasaron a US$ 30.074 millones. Pero enseguida comenzaron a
caer. Es que a pesar de la devaluación, hubo fuerte demanda de dólares por
parte de empresas, bancos y particulares. No solo para el giro de dividendos al
exterior y turismo, sino también porque
la alta inflación pone de nuevo al dólar como refugio de valor.
En
otras palabras, continúa la fuga de
capitales (que suma casi US$ 82.000 millones desde diciembre de 2007). Fuga
que, de hecho, siempre es financiada, cuando no hay saldos genuinos, con más
deuda externa.
De manera que el BCRA cerró febrero con casi US$ 1500 millones
menos de reservas (US$ 28.550 millones). El 1º de marzo cayeron a US$ 28.194
millones. Ante la sangría, el Central aumentó fuertemente las tasas de interés,
lo que genera las condiciones para una excelente bicicleta financiera. Por
ejemplo, el 18/03 las LEBAC (letras del BCRA) pagaban el 34% a 90 días, y el
futuro del dólar a junio se comerció a $15,68. Esto significa que quien compra
LEBAC y se cubre con un futuro está haciendo una ganancia anualizada, en dólares, del 20%.Es la
misma política que estaba aplicando el Gobierno K en 2015. Se
comprende que por esta vía no hay forma de que no siga aumentando la deuda, y
no se alimenten los capitales especulativos.
Por otra parte, el 10/03 la provincia de
Buenos Aires colocó deuda por US$ 1200 millones con vencimiento 2024 a una tasa de casi el
9,4%. Y el Gobierno nacional prepara nuevas emisiones de deuda, no solo por el
acuerdo con los buitres, sino también para financiar déficit.
En conclusión,
el problema es de fondo. Como hemos explicado en otras notas, el déficit en la
CC (en especial del neto comercial, esto es, exportaciones – importaciones de
bienes y servicios) tiene que ver con el atraso del capitalismo argentino (ver aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, entre otras). Lo mismo se aplica a
la fuga de capitales: es excedente, esto es, plusvalía, generada en Argentina
que no se reinvierte productivamente. El resultado lógico entonces es que se
mantiene el atraso, bajan las reservas y aumenta
la deuda externa; lo cual, a su vez, agrava los problemas, y
contribuye a prolongar el atraso.
Fuente:
https://rolandoastarita.wordpress.com/2016/03/20/sector-externo-y-deuda-externa/
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